Repentinamente acabamos de elucubrar este pensamiento que ha estado guardado mucho tiempo, no será uno de los mejores, pero nos permite equilibrar nuestros sentimientos patrióticos para que nos lleve a preguntarnos a nosotros mismos ¿Cómo utilizamos nuestro tiempo?. Bajo tal premisa, consideramos importante correr la voz para que la mayoría de la población medite sobre contenidos que, en esencia, permitirán encontrar la meta a diferentes tipos de contenidos.
Es una verdad que todos en el Perú tenemos como sentimiento general que Fujimori no servía, al igual que Alan y tantos otros. También se dijo que Toledo tampoco servía, y el que venga después, tampoco servirá para nada.
Ha sido necesario, luego de enterarnos de todo, sospechamos que el problema no está en lo ladrón y corrupto que haya sido tal o cual mandatario, o en lo caradura que podría resultar otro; el problema está en nosotros. Nosotros como PUEBLO. Nosotros como materia prima de un país. Porque pertenecemos a un país donde la «VIVEZA CRIOLLA» es la moneda que siempre es valorada tanto o más que el dólar. Somos un país donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo basada en valores y respeto a los demás.
Somos, que duda cabe, un país donde, lamentablemente, los periódicos jamás se podrán vender como se venden en otros países, es decir, poniendo unas cajitas en las aceras donde uno paga por un solo periódico y saca un solo periódico, dejando los demás donde están.
Estamos involucrados en un país donde las «EMPRESAS PRIVADAS» son papelerías particulares de un país de empleados deshonestos, que se llevan para su casa, como si tal cosa, todo lo que pueda hacer falta para la tarea de sus hijos, entre otras cosas.
Muchos forasteros dicen que vivimos en un país donde la gente se siente triunfal si consigue colgarse del Cable del vecino, donde la gente inventa a la hora de llenar sus declaraciones para no pagar o pagar menos impuestos. Somos de un país donde la impuntualidad es un hábito. En donde los directivos de las empresas no generan capital humano.
Tenemos que reconocerlo, aquí no hay interés por la ecología, las personas tiran basura en las calles y luego le reclama a la municipalidad por no dar mantenimiento al alcantarillado. Además de todos estos males, tenemos que ser sinceros y aceptar que no existe la cultura por la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica. Seguiremos.