Más de 2500 familias han mejorado su estilo de vida en Fernando Lores, distrito que muestra tener potencial para liderar la producción cacaotera a nivel regional.
A inicios del año 2018, nace en Tamshiyacu (Fernando Lores), la empresa TAMSHI, con el objetivo de convertirse en la empresa líder en la producción de cacao de alta calidad con miras al posicionamiento en el mercado nacional e internacional. Esto, acompañado de una política de responsabilidad social (Programa PAPEC, Fundación TAMSHI y Programa de Mujeres emprendedoras), que logre generar un impacto positivo en la vida de los pobladores, vendedores y agricultores de la zona.
Pequeños grandes cambios:
Una de las historias de cambio más admirables, es la de Leticia Nacimiento, proveedora, vendedora y artesana con más de diez años de trayectoria en la ciudad de Tamshiyacu. Leti, como mayormente la conocen, cuenta con mucho orgullo lo que TAMSHI significa en su vida y todo lo que la empresa ha hecho por ella, ya que, gracias al apoyo brindado, pudo convertirse en una vendedora formal, mejorar la infraestructura de su hogar y ofrecer mejores condiciones económicas para su familia.
“El apoyo que nos ha brindado TAMSHI, va más allá de la compra o trabajo regular entre una empresa y su proveedor. La ayuda que hemos recibido, para convertirnos en vendedores formales, nos permite tener más oportunidades para seguir creciendo. Por ejemplo, antes yo solía atender en un puestito en el mercado y vendía mis artesanías en casa, la cual, tenía un techo de hojas y cosas que me faltaban. Hoy, duermo bajo un techo de calamina y tengo una casita con material noble, mis hijos tienen una mejor calidad de vida y yo, muchas cosas que quiero cumplir.
“Si TAMSHI dejara de existir y la empresa se va, ¿Quién será mi mayor cliente? Sí, probablemente dirán: la población, tus vecinos… pero no es así, Tamshiyacu entraría en crisis y nosotros volveríamos a pasar hambre, a estar ajustados, a tener deudas.”, manifestó la Sra. Nacimiento.
Ella, al igual que otros proveedores de la zona que trabajan de manera directa e indirecta con la empresa, vienen atravesando años de preocupación, tensión y miedo, por tantos procesos que le hicieron a la empresa y ahora mucho más con el pedido irracional de la Fiscalía de Extinción de Dominio, que si procede, lo único que lograría es dejar a más de diez mil personas sin sustento, convirtiendo a Tamshiyacu, en un pueblo triste y sin oportunidades de salir adelante con un trabajo digno y formal, pues cabe acotar, que existe un estudio que demuestra que el 95% del movimiento económico en la zona, es gracias a TAMSHI.
Sueños sobre cacao:
Otra historia de cambio que nos roba sonrisas y nos aprieta el corazón, es la de Segundo Huaycama, un noble morador de la comunidad de Terrabona y orgulloso miembro del programa PAPEC (Programa de Alianza Productiva Estratégica para la Producción de Cacao, impulsado por TAMSHI), que ha dedicado más de 30 años de su vida al cuidado y producción de sus tierras, las cuáles, hoy, teme perder.
“Soy Segundo Huaycama y vivo en la comunidad de Terrabona, un pequeño pueblo a las orillas del Amazonas y muy cerca de Tamshiyacu. He dedicado mi vida a la agricultura y como todo hombre de chacra, mis conocimientos para el cuidado y producción de mi tierra, era lo que escuchaba de mis padres, mis abuelos, vecinos, como normalmente es, sin embargo, desde la llegada del programa PAPEC (iniciativa impulsada por TAMSHI), he aprendido a trabajar mejor y dedicarme principalmente, a la producción de cacao. Sin ellos, yo no tuviera lo que tengo ahora. TAMSHI, me ha cambiado la vida y la de mi familia. Antes, dormía en la pona, porque no podía comprar cosas, no me alcanzaba; hoy, ya cuento con un colchón y duermo tranquilo, ya soy un adulto que necesito descansar para seguir trabajando mis tierras, mis hijos están estudiando y he aprendido a ser un mejor agricultor. Además, la empresa a través de la fundación TAMSHI, me ha dado la mano cuando nadie más lo hacía. Hace años, estuve por perder la vista, ¿Y quién cree que me ayudó a que esto no pase? TAMSHI, todo el tiempo, ellos son los que estuvieron con nosotros, no Kene, no la señora Lucila que dice luchar por nosotros. Ellos no existen en Tamshiyacu. Su nombre únicamente suena cuando hay problemas, cuando quieren hacernos daños y dejarnos desamparados”, narra entre lágrimas y con mucho enojo, el Sr. Huaycama.
Y así como Segundo, que es de la comunidad campesina de Terrabona, que alberga aproximadamente 150 pobladores, otras 12 comunidades más que albergan más de 500 familias, que hoy por hoy, están preocupados pero listos para sacar cara por sus sueños, pues aseguran, que no permitirán que alguien les arrebate todo lo que, con esfuerzo, sudor y dedicación, han logrado.
Sobre TAMSHI
TAMSHI es una empresa que se dedica al cultivo de cacao de alta calidad y una clara visión: establecer una compañía sostenible, rentable y a la vez social y ambientalmente responsable.
Desde sus inicios, se han mantenido comprometidos con la protección del medio ambiente, lo cual puede verse a través de sus sistemas agroforestales únicos en el mundo y sus prácticas avanzadas de agricultura sostenible. Además, están desarrollando proyectos de conservación que tienen como objetivo la preservación de la biodiversidad y del entorno en el que operan.
La decisión de emprender este camino en el mundo empresarial fue porque tienen la visión y pasión común por producir cacao y chocolate sostenibles, de la más alta calidad, así como también, el deseo de brindar un impacto social positivo significativo dentro de las comunidades en las que opera, convirtiéndolos en buenos vecinos, comprometidos en el desarrollo de la Amazonía peruana.






Esto es el cuarto artículo sobre «Tamshi» en muy poco tiempo.
Leyéndolos, se manifiesta la impresión, que esta gente son santos, héroes, que se sacrifican para ayudar a la gente perdida en la miseria de Loreto. Se sacrifican para salvar la naturaleza. Luchan para su producción de un cacao de un nivel de calidad tan alta, antes de «Tamshi» nunca producido. Y, y, y.
Bueno, puedo entender, que un periódico está interesado de ganar su dinero.
Pero me pregunto: ¿Dónde son los responsables de «LaRegión»?
¿Me pregunto, si en «LaRegión» no existe ninguna dignidad, ninguna ética profesional, ningún sentido de respeto en contra de las posibilidades, de la responsabilidad, de ser el informante de su gente?