Responsabilidad ambiental, tecnología y desarrollo social y económico.

Por: Juan Soregui Vargas.

Un gran porcentaje de personas, especialistas y profanos,  con no se sabe qué intereses, se aferra a un discurso apocalíptico para enmarcar en el concepto de responsabilidad ambiental.

Particularmente, en opinión personal,  como otros autores es un error craso. Es un discurso que distorsiona de un manejo sostenible y equilibrado de lo que debe ser el crecimiento de un país, de una región con el aprovechamiento racional de nuestra biodiversidad y  su conservación.

Muchas veces los que salen a dar estos discursos apocalípticos, sólo suponen y, esto no es científico. Hace tres meses en un canal de televisión española, un grupo de científicos e investigadores de los problemas ambientales comentaba que es cierto que existe cierto deterioro en nuestro planeta, pero, que no sólo se debe a la acción antropogénica, sino a cierto movimientos del eje de la tierra o a las grandes explosiones de la masa solar que nos tocan en forma imperceptible y a otros fenómenos difíciles de desentrañar por el hombre. Es más, no se sabe a ciencia cierta con exactitud lo que se anuncia como desgracia.

Uno de los claros ejemplos de exageración fue lo que ocurrió en estos últimos días con el fuerte verano de nuestros ríos. Algunos funcionarios hablaron hasta de hacer un puente aéreo, es decir volver a lo de antes, claro que en Iquitos existe un programa, una filosofía de trabajo de región productiva que es necesario afinar, donde se puede producir plátano, fariña, pescado, animales en zoocriaderos, harina de pescado al estilo bora, tomates, frutas,  verduras en general en toda la carretera Iquitos-Nauta y en zonas aledañas, especialmente en las áreas naturales protegidas que se están creando a granel sin pensar en abastecer a los miles de ciudadanos de Iquitos y de otros lugares. ¿Para qué pues instalar un puente aéreo cómo si estuviéramos en la guerra?

Esto no es responsabilidad ambiental. Lo que tiene que hacer es afinar el programa de producción, que los promotores no hagan turismo rural en la asistencia técnica ni en las áreas protegidas, que vivan allí, al estilo autogestionario que enseña Paulo Freyre. ¿Quién hubiese ganado con este puente áereo? Sólo Dios lo sabe, pero, felizmente no se dio pase a esta irresponsable idea y ahora nos encontramos que se viene la creciente y va a haber abundancia de pescado y otros animales del monte.

Además, ya hemos demostrado hasta el cansancio que existe tecnología validada por el Instituto de Investigaciones de la Amazonía peruana para crianza de peces en cautividad no sólo para seguridad alimentaria, sino para negocio. En la UNAP, existen excelentes experiencias de producción de verduras en huertos familiares, de zoocriaderos, lo mismo en la nueva UCP con la visión progresista de Juan Saldaña Rojas. Estos productos pueden adquirirse por los gobiernos para sus acciones sociales en caso de emergencia.

Entonces la vaciante que hubo, que no sirva para alarmar irresponsablemente a los ciudadanos de Iquitos y de la región amazónica, más bien aprendamos de sus lecciones y, algo importante pensemos en la resilencia de los seres vivos y del ambiente.

Estos conceptos que se vierten en esta nota periodística, se han expresado en diferentes libros por investigadores ecuánimes en sus pensamientos y sin ningún interés, más que el de contribuir con el desarrollo sostenible como ha sucedido con el autor del libro el ecologista escéptico, que tiene un panorama, una visión con mayor optimismo del  mundo. Lo que sucede es que en todas partes se cuecen habas y muchos vivos con el cuento del fin del mundo ganan dinero generando primero «desgracias» y luego poner el remedio.

Los chinos, por ejemplo, saben que han arrasado con ciertos bosques de algunas regiones, sin embargo, no han alarmado irresponsablemente a su población y lo que han hecho y están haciendo es un gran programa real de reforestación de millones de hectáreas como barreras verdes para restaurar lo tocado con  sus industrias. En el petróleo y la minería existen cientos de tecnologías para desarrollar una minería responsable como lo ha expresado Brack en sus diferentes alocuciones verbales y escritas.

En el libro «Trilogía de la sostenibilidad empresarial en el Perú» del joven abogado loretano Lincoln Cornejo Sifuentes se engloba la combinación de los 3 conceptos de responsabilidad: la social, la económica y la ambiental que al final involucran el concepto tan mentado del desarrollo sostenible y que en estos momentos de nuevas autoridades se debe aplicar para crear el escenario, el espacio adecuado de la sostenibilidad empresarial con justicia social y conservación del ambiente en que vivimos y en el que desarrollamos nuestras actividades.

No es la única  voz que clama en este mar de declaraciones, sino de otros como el del gerente de Amazon Bussines & Consulting, de las autoridades, sólo que no lo quieren decir por temor al qué dirán. Y, es bueno que los estudiantes de todos los centros de estudios superiores tengan esta información para que saquen sus propias conclusiones, esto es democracia.

Es cierto, es necesario, cuidar nuestras cabeceras de ríos y quebradas, es necesario reforestar, es necesario repoblar, pero con la finalidad no sólo de conservar el ambiente, sino de proporcionar alimento a los que vivimos en la ciudad. ¿Para qué sirve un área natural protegida, si no va a proporcionar alimento para los ciudadanos que no vivimos en esa zona? Obvio, para nada.

Como expresa el abogado Cornejo en un párrafo de su prefacio «la empresa no sólo debe ser un ente recolector de riqueza y generadora de empleo, inmersa en la cadena productiva, sino que por sus posibilidades económicas puede contribuir mucho con la comunidad, a fin de disminuir no sólo los problemas sociales, con la inclusión de la población tantas veces marginada,  sino minimizar los impactos ambientales y enrumbar al desarrollo sostenible que tanto anhelamos. ¿Se puede? Claro que sí. Tecnología existe en las diferentes universidades, especialmente en el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana y otras no gubernamentales. Sólo falta decisión política y que los técnicos hagan su trabajo.

Para concluir el desarrollo sostenible tiene que estar ligada a la empresa-sociedad-medio ambiente y su relación con la responsabilidad social. Así de simple.