Escribe: Jhon Rivas
Candidato a senador 2026-2031
Correo: terioc@gmail.com
Nuestros últimos dos Presidentes del Perú, no han sido elegidos o elegida, en el último caso, por votación popular, han ascendido de puesto gracias a la traición del poder y el vacío en capacidad de los elegidos, en donde tentados o no por las fuerzas que están detrás de quienes gobiernan, han llegado al Primer Poder del Estado, no han hecho campaña política con sus nombres propios para estar en el lugar que deseaban en silencio, sino que han esperado el momento ideal para unirse a los aliados de la oposición para después del golpe aprovechar y posicionarse. Este ejemplo está marcando un precedente en nuestro país, dejando una enseñanza que para subir hay que traicionar, violentar principios jurídicos de un estado de derecho, volviendo el escenario del país en una lucha violenta y de artimañas sin valores o ideales para poder crecer como persona, líder o profesional, polarizando los poderes del Estado y creando una desgobernanza que distraiga a los ciudadanos. La inseguridad aumenta, el terrorismo vuelve lentamente, la tranquilidad de la población va desapareciendo, y los indicadores positivos gubernamentales se vuelven cada vez más negativos, lejanos como si fueran mitos y leyendas, la confianza de la gente, en sus autoridades se va extinguiendo y el descontrol y anarquismo de los que generan caos se convierten en pan de cada día, sin que los votados por el pueblo puedan ordenar la situación, y esto en gran parte se debe al ejemplo hipócrita que generan, en donde seducidos por la corrupción y la ambición, sus discursos se llenan de una doble moral o doble versión, la oficial para manipular y mentir y la real para esconder, que solo la conocen los que están en su entorno cercano y se sacian con los lujos y comodidades que consiguen, esto una mochila grande para el buen político que postula con nombre propio para buscar una representación. Uno postula a un cargo público o de elección popular para representar, guiar, velar por los intereses comunes, o lo que fuera con un fin altruista, siendo este uno de los pilares de la democracia, que apareció después de derrotar a las monarquías, en donde ya no se querían más imposiciones de reyes y reinas de sangre azul que todo giraba de acuerdo a sus necesidades e imposiciones, pero por momentos pareciese que aún seguiríamos en ese tipo de sistema, ya que los de abajo seguimos sin poder tener voz frente a las injusticias sociales y los de arriba se hacen los sordos sin temores a las perturbaciones de los gobernados, hoy la figura es, monarquía de partidos políticos con familiares o por herencia de apellidos, la hermana, el primo, el hijo, la hija, pero alguien tiene que estar en poder porque necesitan seguir desgobernando el país y robando el futuro a los de abajo. Las leyes bien pensadas, con una estructura consolidada en la realidad, aportan al bienestar y desarrollo de todos y todas, basándose en el desempeño y esfuerzo que ponga cada uno para salir adelante, por eso es fundamental que el Poder Legislativo funcione óptimamente y cumpla su rol verdadero como poder, fiscalizador, representativo y jurisdiccional, es base para generar equilibrio frente a los otros poderes existentes que mueven las riquezas y almas de la gente, pero cuando es lo mismo de lo que suenan en las noticias, que están plagadas de complicidad para intereses propios y terceros, agotan las esperanzas y vuelen cíclico a la desaprobación y la incertidumbre. Muchos de los países de primer mundo, de donde se copian los esquemas, leyes o proyectos, cuentan en el Congreso de la República con una Cámara de Diputados y otra de Senadores, como lo tenía nuestra patria en el pasado, y volver a este sistema es una gran oportunidad de poner en orden las malas decisiones por las cuales hemos ido pasando, está por encima del gasto que genera malestar al escuchar las ampliaciones de las curules, pero es urgente en donde hemos visto que las acciones de los Congresistas y Presidentes han terminado por sepultar la imagen de algo que podría llevarnos al siguiente nivel como sociedad, en donde el poder no ha sido bien utilizado sino malversado sin piedad ni arrepentimientos veraces. Todo depende del uso adecuado del cerebro, de la inteligencia y capacidad bien dirigida para no dejarnos engañar por quienes buscan nuestros votos electorales, y de la paciencia para saber elegir con la razón, análisis y no con la emoción, y por supuesto de la formación de quienes quieren ser electos para ser los Padres de la República; Renovación popular hoy me lleva en su staff para representarlos en el senado desde nuestro amado Loreto, sabemos que hacer y estamos preparado.
#Jhon Rivas senador por Loreto 2026 “R”
A mal palo te arrimas, Renovacion Popular es de los partidos mas cuestionables, por la prepotencia de su lider, forma parte del pacto en el congreso para destruir la legalidad del país, es de los que mas apoyan todavía al Sodalicio , al opus Dei y al ex cardenal Cipriani que han probado ser mas diablos que angeles