Por tercera vez en este año se incendió pollería “Rico Rico” de la calle Nauta

  • Chimenea ardió y provocó pánicos en vecinos de la zonaFoto incendio 1

Las llamas de fuego abrazaron toda la chimenea de la pollería «Rico Rico» y se presagiaba que un dantesco incendio se iba a registrar, pero gracias a la rápida acción de los trabajadores de este negocio, quienes provistos de extintores y baldes con agua lograron controlar las llamas y evitar que el fuego se propague a otros inmuebles ubicado en la calle Fitzcarrald con Nauta.
Este lamentable hecho ocurrió  cerca de las 4 de la tarde de ayer en pleno centro de la ciudad a una cuadra de la plaza de armas y es la tercera  vez que se registra este tipo de situación que pone en riesgo a los negocios, como hoteles, restaurantes, cabinas de internet, florerías, entre otros, y la sexta vez desde que se  instaló este negocio en las esquinas de Fitzcarrald con Nauta, sin que la autoridades hagan algo al respecto y tomen cartas en el asunto antes que suceda algo peor.
Todos estos amagos de incendio en lo que va del año se han registrado a las 4 de la tarde justo cuando empiezan a calentar el horno de este local, al parecer la grasa impregnada en las paredes de la chimenea y la falta de mantenimiento de la misma, hizo que nuevamente se incendie esta parte de la pollería.
Esto hizo que uno de los locales más afectados con esta situación, fuera un hotel que se encuentra al lado de esta pollería, las personas que se encontraban hospedadas en el lugar tuvieron que salir despavoridas al conocer la alerta de incendio y ponerse a buen recaudo.
Minutos más tarde llegó personal policial de los Halcones, de la policía de tránsito para desviar el tránsito y evitar que curiosos intervengan con el denodado esfuerzo que hacían los trabajadores para controlar las llamas de fuego.
Los vecinos del lugar y los propietarios de los demás negocios exigieron a la autoridad municipal y a los funcionarios de defensa civil que tomen cartas en el asunto antes que se registre un dantesco incendio y haya quizá pérdidas de vidas que lamentar.
(C. Ampuero)