Piensas: La Aurora que no se ve

Fernando Herman Moberg Tobies
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@FernandoMobergT

He aprendido que la sinceridad es un valor que se acomoda a las ideas de las personas y a su conveniencia, perdiendo su esencia y significado real en casi la mayoría de casos al igual que la lealtad y otros valores que deberían diferenciar a los humanos de los animales. Pero nada, es más dramática la situación, si analizamos detenidamente, ni los animales hacen las cosas que los hombres y mujeres cometen teniendo un cerebro más evolucionado.
Cuando uno va creciendo en vez de pulirse, mejorar es ir dejando los defectos que tiene, parece como si todo aumentara más junto a la edad, como una carga innecesaria que también aumenta la infelicidad que no se muestra en el rostro y se refleja en las palabras que salen de la boca en los tipos de comentarios que se hacen de los demás. Sí en el corazón hay paz, se calla o solo se habla lo bueno que hay en el entorno, sí en el corazón hay frustración, se critica con maldad y sin piedad.
Las sonrisas no siempre reflejan felicidad, se convierten en máscaras para esconder lo que está en los pensamientos, muchas veces sirven para tapar las lágrimas de la tristeza, la envidia del honor enfermo o las decepciones conseguidas. La sonrisa es una expresión de gozo del alma, cuando es verdadera, llena nuestro cuerpo de energía y placer de vivir, aunque no se tenga todo lo que el mundo material te dice que es lo ideal.
La apariencia es la principal arma de los que no son sinceros, se vuelven en actores de una película en vivo, donde su cerebro maquinea rápido el guión para responder a actuar como lo tienen que hacer para demostrar o conseguir lo que quieren obtener, una habilidad que con el tiempo se convierte en parte de su personalidad, que hasta en ocasiones la persona ve como normal lo que hace y piensa, y considera que no hay nada de malo hasta el nivel sociópata de olvidarse que están aparentando algo que no son.
La mentira es la bala del arma de las que no son sinceras, apuntan pintando de colores o destruyendo honores de acuerdo a lo que necesitan, fingen atenuando la voz a un nivel de calidez que parecen tiernas, cuando son lobas vestidas de corderas, usan las manos para dar caricias, abrazos y besos al nivel de Judas traicionero, no les importa las consecuencias de lo que dicen o hacen, al grado de frialdad de los psicópatas que asesinan sin remordimiento.
En la mayoría de casos la falta de sinceridad y todo lo que acarrea, tiene que ver con la formación en los primeros años de la persona y también en los episodios por los que pasa en la adolescencia y juventud, frustración, envidia, y otros sentimientos negativos son los que van moldeando a algunas personas, que por eso en la adultez se ven conductas no dignas de la edad, pareciendo muchachos pero con mejores mañas y estrategias no comprensibles para alguien que ya debería haber aprendido y llegado a la madurez psicológica y física, pero vemos que no es así en estos casos que podrían hasta ser clínicos.
Es difícil diferenciar en primera instancia a las personas que no son sinceras y descubrir sus máscaras, armas y poses aprendidas de otros o de las películas, pero con el tiempo los que saben observar terminan descubriendo su esencia triste y pobre de autoestima no estable, mientras que otros jamás se percatan que pueden tener al enemigo al lado y no saben por qué a veces les pasan ciertas cosas raras e inexplicables.
La sinceridad es fundamental para formar hogares sanos y sociedades que trasciendan, la falta de sinceridad conlleva a la deslealtad que termina contaminando y destruyendo el avance hacia el progreso de una familia, ciudad, región o país. La sinceridad es un valor muy difícil de fortalecer, tan difícil que es todo un reto mantenerse en la línea de lo correcto, tentados muchas veces por las necesidades materiales y vacíos emocionales que solo a la larga, a pesar de todo lo que se pueda conseguir fingiendo, en la soledad de la autoconsciencia, uno se da cuenta que solo ha acarreado infelicidad en todo lo que ha construido.
Sigamos con la Re-Evolución Amazónica de lunes a viernes de 8.00 a 9.00 pm. en Habla Loreto con Fernando Moberg, por Omagua tv-canal 27. Que Dios nos proteja y bendiga a la Amazonía.