ONU y pasivos ambientales

El grito de las poblaciones indígenas e incluso mestizas afectadas por los pasivos ambientales que van dejando a su paso por los lotes petroleros las empresas transnacionales que firman convenio con el estado peruano, va alcanzando a organismos mundiales que quisieran convencerse de lo que pasa en esta parte del mundo.
De hecho que tienen información, pero lo que se viene dando es que quieren formalizar esa información. Así entendemos de la firma de un convenio entre el programa de la ONU para el Desarrollo – PNUD y el Ministerio de Energía y Minas de nuestro país.
El acuerdo es que elaborarán el Estudio Técnico Independiente – ETI, que en su informe final señalará los lineamientos estratégicos para la remediación de impactos en las operaciones petroleras del ex Lote 1 AB, hoy Lote 192, ubicado en nuestra región Loreto. Tal como lo solicitaron las federaciones indígenas afectadas.
De acuerdo al convenio entre los importantes productos que elaborará ETI será una evaluación del estado ambiental y el diseño de una estrategia integral de remediación aplicable al ex Lote 1AB. Asimismo, elaborará el contenido para el desarrollo de lineamientos estratégicos para la remediación de los impactos de las operaciones petroleras en el Lote 8.
El convenio ETI que se sabe cuenta con la aprobación de los representantes de las comunidades indígenas y entidades gubernamentales precisa que el Ministerio de Energía y Minas financiará la elaboración del Estudio Técnico Independiente hasta por un monto de 883 mil dólares y en un plazo de 6 meses y contará con un comité de seguimiento.
Tratamos de entender de dónde le viene lo independiente a este estudio. Es que no se puede ser juez y parte en el caso del Ministerio de Energía y Minas que por más de 40 años no ha podido hacer que las empresas cumplan con remediar de acuerdo a las leyes de nuestro país. Esto parece un saludo a la bandera, un cumplido, no se habla de recoger los estudios existentes por entidades peruanas autorizadas y que han venido trabajando en las investigaciones y análisis durante mucho tiempo.
Lo preocupante de todo esto es que estamos en un círculo vicioso y no se ven avances concretos. Y como el beneficio de la duda nos lo merecemos todos, esperaremos los seis meses del estudio y veremos los resultados. La ONU está de por medio y así podemos ampliar la esperanza.