Según se conoce por fuentes de los mismos constructores del Mercado Modelo de Iquitos, se encuentran en los acabados y se puede ver que la infraestructura está terminada como una gigante casona, predominando el color del cemento en paredes y veredas.
Estamos pensando que los acabados en estos tiempos responden a los servicios higiénicos, oficinas, el espacio donde se ubicarán las oficinas, y otros. Es la parte de la obra más trabajosa, donde se ve más detalladamente y se empieza a darle valor a la estética.
Mientras nos acercamos más al mercado, se puede constatar que las calles que la circundan se encuentran sin pavimentar, con grietas, huecos, que se convierten en un riesgo para peatones y conductores, con más razón cuando se abra para el servicio al público.
Por lo menos las calles que circundan al centro de abastos deberían ser proyectadas para un próximo asfaltado y que si no está dentro del rol de vías asfaltadas del gobierno regional, tendrían que preocuparse por las alternativas que lleven a una solución.
Así como se sintió la vergüenza de tener una hermosa infraestructura sobre el río Nanay que llegaba al huerto de una vecina y no se proyectaba hacia sus otros proyectos carreteros, algo parecido puede ocurrir con el mercado Modelo respecto al acceso del público hacia los interiores del mismo.
Es que las pistas de las calles que la circundan se encuentran muy deterioradas, sobre todo el lado de la calle Arequipa, por donde cuando llueve el charco, las cochas que se forman de hecho afean y se volverán obstáculos para acceder a los interiores de uno de los mercados más grandes de la ciudad de Iquitos.
Ese es el resultado del problema de la poca articulación entre las autoridades municipales y el mismo gobierno regional, que casi siempre esperan que ocurra el bochorno, para sobre la marcha buscar solucionarlo, cuando con una visión de estadista se pueden prevenir.
Modelo por terminar
