Menor de edad nativa se convierte en madre a los 12 años de edad

Esperó 9 meses para tener a su hijo entre sus brazos, para  poder besarlo y convertirse de esta manera en madre a temprana edad. Con tan solo 12 años, la menor de las iniciales A.M.R quien lleva una relación de convivencia de casi dos años con un joven de 22, ambos de la comunidad nativa Nueva Esperanza, distrito de Urarinas se convirtieron en padres por primera vez.Foto madre menor

La pareja llegó a Iquitos acompañados de un médico del centro de salud de la zona, después de un largo viaje vía fluvial que fue cubierto por el Seguro Integral de Salud (SIS), para luego ser trasladada de inmediato al Hospital Regional de Loreto, donde fue sometida a los diversos análisis post operatorio, debido a que por su edad su embarazo fue catalogado de alto riesgo obstétrico, al presentar incompatibilidad céfalo pélvica (su cuerpo no estaba preparado para un alumbramiento normal).

Por su parte, Enrique del Águila, jefe de relaciones públicas del mencionado nosocomio, sostuvo que tanto la madre como el bebé se encuentran «en buen estado», solo que el niño nació con bajo peso, por ello los mantienen separados. «El bebé esta en cuidados intermedios de la Unidad de Neonato, donde es alimentado con leche sustitutoria, esto debido a que los senos de su madre por su edad no puede fabricar leche materna, pero igual se encuentran bien», dijo el funcionario.

Por otro lado, el jefe del departamento de Ginecología, dijo que «Ella se hizo todos los controles en la posta de su comunidad, estaba afiliada al SIS, la trajeron a Iquitos porque se consideró que el parto podría tener algún riesgo por la edad de la paciente y por cuestiones médicas, pero todo salió bien gracias a Dios».

Los padres del bebé, quienes no tienen familiares en Iquitos y que no pueden comunicarse con las demás personas porque no hablan castellano y solo se comunican a través de su lengua nativa, solicitaron por medio de las enfermeras que están al cuidado del recién nacido, un llamado a la población iquiteña para que se acerquen y puedan hacer su donativo en ropa y otras cosas que les ayuden a bien. (C. Ampuero)