Una vez más, la carretera Iquitos – Nauta se ha teñido de sangre. El accidente siempre estará presente en una vía rápida por donde transitan peatones y vehículos de todo tamaño, desde una pequeña motocicleta hasta un pesado volquete.
A todo lo largo de esta vía, están asentados centros poblados en constante crecimiento, poblaciones que no han sido instruidas debidamente en el cuidado que deben tener los padres con sus menores hijos, que en un descuido, pueden estar cerca del peligro. A esto hay que agregar la falta de señales y avisos en toda la ruta, advirtiendo velocidad en la conducción del vehículo, el uso del claxon como aviso en zonas especiales como las curvas ciegas y otras que podrían ayudar a un mejor comportamiento del tránsito.
Por otra parte, es urgente la iluminación con la que debe contar esta vía que se ha vuelto importante en los quehaceres de las poblaciones de Iquitos y Nauta. Una ruta oscura es de por sí peligrosa, como peligrosos también son los conductores que conducen a excesiva velocidad en vehículos de dudoso mantenimiento técnico, los mismos que han causado más de una tragedia.
Además, debemos mencionar que la policía de carreteras debe ser implementada con más vehículos y más estricta en sus intervenciones, para estar en constante movimiento tanto de ida como de vuelta, inspeccionando el desarrollo del tránsito de vehículos y personas que temerariamente tienen que caminar por un costado de la pista al no existir una vía peatonal alterna para caminar.
Hacer algo más a fin de implementar elementos de seguridad en la carretera es urgente. Primero hay que educar a la gente sobre cómo conducirse en las calles, en la carretera y cómo conducir un vehículo. La población debe saber que en una ciudad grande ya no hay seguridad, siempre hay peligro, por lo que debemos saber cómo evadirlos. Finalmente, seguridad, es una palabra y un concepto que solo existe en el diccionario.