Desde nuestro nacimiento como república peruana se han ido revelando a lo largo de los años, las diversas formas de corrupción que se imponían en cada época con diferentes protagonistas.
Los secretos no son eternos, más si se trata de artimañas para apoderarse de riquezas de una nación o para favorecer desde instancias de gobierno a personas particulares o a grupos dentro del territorio del país, inclusive para favorecer intereses externos.
Lo que ha pasado el fin de semana con la detención del principal asesor de la Fiscal de la Nación que hace unas horas dijo que no va renunciar, es el reflejo de que se ha perdido la ética, la decencia y el respeto a la Patria.
Una de las develaciones que más nos han sacudido han sido los vídeos del gobierno del fujimontenismo, que comprometió en la cadena de la corrupción a centenares de personas y entidades que son el soporte institucional, la reserva moral que fue ultrajada para ponerse al servicio de ladrones.
Esa fue una de las tantas décadas que el país fue lapidado, creyendo que se había cometido el crímen perfecto contra los fondos económicos e intereses del Estado que somos todos y todas.
Nada fácil fue volver a levantarnos, como país sufrido, pero los nuevos gobernantes de las últimas décadas tambiénr aparentaron fuerza moral e igual nos saquearon, pero con otras modalidades, lo que de igual forma se descubrió en el paso de los años, caso de expresidentes procesados y otros sentenciados, cuya devolución de lo sustraído no alcanza todavía niveles ejemplares de recuperación.
Entonces el escándalo de la Fiscal de la Nación es otro lamentable episodio, es más de lo mismo, que nos lleva a cuestionarnos de cómo salir de este hoyo de la corrupción que ha invadido a casi todo el aparato estatal. Lo lograremos algún día?
Mientras tanto, mínimo exigimos que se aplique la dureza de la Ley para los que resulten responsables con el debido proceso y las videncias y pruebas.
Lo mismo
