Dijo que fue una trampa. Jorge Aldo Flores Peña terminó con la espalda completamente ensangrentada y con la frente rota, luego que toda una familia lo apaleara, cuando un grupo de personas lo ubicó tratando de ingresar a robar en su casa.
Jorge Flores dijo que él no tuvo que ver nada con el robo de la casa de la señora Shirley Moreno Moena, que se ubica en la cuadra 15 de la calle Calvo de Araujo.
«Ellos me han acusado de ladrón, yo fui a esa casa porque mis amigos que dijeron que ahí estaban recibiendo personal para trabajar, es por eso que yo llego a ese lugar, y no para robar como ellos me han acusado», indicó flores.
El joven, quien ahora pide que sus agresores asuman los gastos de su curación, contó que el día que ocurrieron los hechos, él estaba con sus amigos, quienes, al parecer, realmente fueron los ladrones, pero como él, según dijo, no sabía nada se quedó parado en la calle, sin imaginar que lo confundirían con uno de los ladrones.
Por su parte, el padre del joven dijo que todo fue una trampa y que su hijo es un joven que no es ningún delincuente, por lo que pide a los familiares de la señora Shirley Moreno, asuman su responsabilidad ya que su hijo está muy mal herido.
«No es posible que por una simple sindicación hayan golpeado de la manera más salvaje a mi hijo, quien por creer en sus amigos terminó molido; yo no espero ninguna disculpa, sólo quiero que compren los medicamentos porque nosotros no tenemos dinero», sostuvo el padre del acusado de robo. (G.Ross)