Muy difícil para el mundo católico y cristiano en general porque se trata del quebrantamiento de la confianza casi ciega que se tenía en el pasado cercano con los padres o sacerdotes de las parroquias, a donde acudíamos muchos niños y niñas, en nuestros años de inocencia total.
Aunque el tema de las violaciones sexuales perpetradas por sacerdotes contra menores en los entornos eclesiásticos es un tema que se viene denunciando desde hace muchos años, todavía sigue muy vigente porque las denuncias se han venido investigando.
Lo que nos choca a todos los peruanos, así no sea un “santo de nuestra devoción” por varias de sus declaraciones en temas políticos – sociales, sobre todo en la época de la dictadura fujimontesinista, es que lo que menos pudimos imaginar es que el Cardenal Juan Luis Cipriani, también podría ser denunciado por este horrible delito contra la libertad sexual y que ha sido comprobado por el Vaticano y le han aplicado medidas disciplinarias y dejará el Ministerio Episcopal.
De recordar los años de nuestra infancia cuando acudíamos a la catequesis, no queremos ni imaginar que alguno de nuestros amiguitos haya podido sufrir algún vejamen parecido, creo que felizmente nos tocó relacionarnos con religiosos decentes y con verdaderos valores, porque de hecho no se puede generalizar, aunque no son pocos casos.
Ante esta información mundial la Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana, emitió un documento donde los obispos del Perú dicen sentirse apenados al conocer las recientes noticias acerca del Cardenal Cipriani. Lamentaron el dolor sufrido por la víctima de abusos y por la comunidad eclesial y pidieron que se respete la voluntad de la víctima de permanecer en el anonimato.
Los obispos del Perú también reconocieron «la sabia decisión del Santo Padre al unir en ella la justicia y la misericordia de aceptar que deje el Ministerio Episcopal del Arzobispo Emérito de Lima al cumplir los 75 años.
Todos lamentamos, por supuesto, pero ¿nada más?, de parte de una institución religiosa internacional, algo no suena a enérgico en la búsqueda de la verdad, sobre todo en la actualidad qué medidas se tomarán para detectar a tiempo los casos de abusos, y no que sean ancianos para que no se les pueda aplicar la ley contra la violación sexual.
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