LA CONTABILIDAD NACIONAL

Por: Francisco Gallo Infantes

No es cotidiano escuchar hablar acerca de la Contabilidad Nacional, pero sí nos suena muy familiar Producto Bruto Interno o más comúnmente llamado PBI. Y sobre todo en los tiempos actuales en que la televisión y la Internet nos brindan muchísima información acerca del tema a diferencia de hace 40 años atrás, cuando los medios de información era los diarios sin la inmediatez de hoy en día.

Yo por ejemplo soy periodista y no un especialista en temas económicos, pero sí trato de informarme acerca de cómo está caminando la economía nacional. Al escuchar respecto de la Contabilidad Nacional, lo primero que se me viene a la mente es que debe tratarse de cómo se manejan las cuentas de un país, y que al mismo tiempo deben emplearse fórmulas adecuadas y ordenadas para no gastar más de lo que se tiene y dar prioridad a los objetivos político económicos de una nación.

Y pesar de no ser un especialista en el tema, pues me siento reconfortado como peruano, cuando leo o escucho que el PBI está creciendo, así como el empleo y las reservas monetarias. Y es nuevo para mí saber que una cosa está ligada a la otra y de cómo se manejan y miden las cuentas nacionales, así como los compromisos adquiridos y asumidos, además de saber que todo tiene un orden o en todo caso debe tenerlo.

Resulta interesante conocer cómo se manejan las cuentas nacionales y su repercusión directa en la economía de las familias peruanas. De igual forma saber qué relación tiene nuestra economía con las economías de otros países que tienen vínculos comerciales con el nuestro. Asimismo, es oportuno conocer que la contabilidad nacional nos proporciona información sobre el indicador básico de nuestra economía, que viene a ser el PBI.

Al saber que el PBI es el valor monetario de los bienes y servicios finales producidos por una economía en un periodo determinado, resulta sorprendente imaginarse a cuánto podría ascender, monetariamente hablando, lo producido por los peruanos en un año. Hablamos de una suma realmente astronómica y que año a año va subiendo y venciendo al cáncer de la pobreza. Y lo que resulta igualmente sorprendente: que el PBI no mide la riqueza total del país sino sólo parte de ella. Nuestro país va camino a ser un país rico y líder en Sudamérica.

Ahora, como periodista tampoco estaba enterado de que cuando se habla del Producto Nacional Bruto o PNB, no estamos hablando de que todos esos bienes de capital o efectivo se vayan a quedar en el Perú, pues si una transnacional tiene inversiones en nuestro país, al finalizar el año repatriará sus utilidades tal y como le corresponde. A pesar de ello, ya nos dejó empleo y dividendos para los trabajadores peruanos, lo cual resulta altamente beneficioso para el país.

Otro dato importante. A mayor PBI, por ende mayor empleo para todos los peruanos. Realmente cuán importante resulta que el Estado promueva y apoye al incremento del PBI, porque por ende redundará en más puestos de trabajo. Sin embargo, y concuerdo con muchos especialistas, con respecto a de qué puede valer el incremento del PBI en una nación, si la riqueza y los recursos no son adecuadamente distribuidos. Sería un crimen que la riqueza se quedara en manos de unos pocos y no llegara equitativamente a quiénes realmente más lo necesitan.

Reitero, soy un convencido de que nuestro país camina bien y en la senda correcta, pero que faltan algunos ajustes para cumplir con el objetivo de ubicarnos dentro de las 25 economías del mundo en el año 2020 y reducir la pobreza a niveles mínimos.