- Padre Miguel Fuertes se pronunció al respecto.
La crisis climática sigue agravándose en la Amazonía, afectando tanto a los ecosistemas como a las comunidades locales. El padre Miguel Fuertes, párroco de la Iglesia Matriz de Iquitos, destacó la gravedad de la situación y el pronunciamiento de la Iglesia Católica a través de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) y la Red Eclesial Panamazónica (Repam).
«Se están destruyendo millones de hectáreas del bosque amazónico. Esto afecta no solo a la flora y fauna, sino también a los pueblos que han habitado este territorio durante siglos», expresó el padre Fuertes.
Subrayó que la Amazonía es vista por muchos como una región a explotar, ignorando su vital importancia para la estabilidad climática global. “No hace falta remontarse siglos atrás para escuchar a quienes piensan que aquí no vive nadie, que es un territorio por explotar”, añadió.
Además, Fuertes señaló que las actividades extractivas, tanto legales como ilegales, continúan dañando irreversiblemente el ecosistema. «Este modelo de explotación no solo es insostenible, sino que atenta contra la vida y las tradiciones de los pueblos amazónicos», afirmó.
En su intervención, también reflexionó sobre la falta de previsión por parte de las autoridades. “El país no está preparado para enfrentar desastres naturales y lo peor es que no se está previendo el futuro. Lo que hacemos hoy tendrá consecuencias desastrosas en las próximas décadas”, advirtió.
El padre Fuertes hizo un llamado a la acción para evitar un punto de no retorno en la Amazonía, en el que no haya marcha atrás. Según expertos citados por los obispos, la región amazónica podría estar acercándose peligrosamente a este punto crítico.
Finalmente, subrayó la urgencia de actuar de manera responsable y con visión de futuro para proteger la Amazonía, no solo para las comunidades locales, sino para el bienestar climático del planeta. (K. Rodriguez)