-Entrevista al entonces presidente de la II Sala Penal Carlos Del Piélago
– Expresa en torno a la ratificación de la Corte Suprema de la sentencia que absolvió a los comuneros indígenas del caso Andoas.
– Agregó que los magistrados de Loreto sí tienen la valentía para enfrentar a fuertes intereses políticos y económicos.
Como era de esperarse el entonces presidente de la II Sala Penal de la Corte de Loreto, Carlos Del Piélago, vio con muy buenos ojos la ratificación de la Corte Suprema en el tema de los indígenas denunciados por la empresa petrolera Pluspetrol y el Ministerio Público, por protestar el pasado 20 de marzo de 2008, quienes incluso purgaron cárcel y recibieron golpes.
«Ahora se ha dejado bien en claro que la protesta social no puede ser criminalizada y también se ha dejado en claro que en Loreto los magistrados sí tienen el valor suficiente para poder enfrentar a los llamados intereses fuertes ya sean políticos o económicos con tal de hacer cumplir la justicia. Es una satisfacción grande sin ninguna duda», fueron sus primeras palabras recogidas a través del hilo telefónico.
«Tengo conocimiento que la sentencia confirmada fue dada por la Sala Suprema a cargo del Dr. Villa Stein, él es una persona que quiere mucho a Loreto y que ha viajado en varias ocasiones a las comunidades indígenas, sabe bien la realidad del pueblo. La protesta fue por asuntos de orden social lo cual no podía convertirse en delito, hay que entender que el tema da para mucho y también podría servir, espero que así sea, para el caso Bagua.
Objetivamente nos basamos en la información cierta inicial, así como en el Convenio 169 de la OIT, informes de Defensoría del Pueblo y la Iglesia. Los pueblos indígenas aman la naturaleza, conservan su medio ambiente y todo lo tienen enraizado profundamente. Tengo varios sentimientos ante la confirmación de la Suprema, primero de satisfacción porque no me equivoqué, fui el ponente en el proceso, junto a las magistradas Roxana Carrión y Rosa Peláez, trabajamos fuertemente para coincidir en los criterios y arribar a la sentencia final.
Y luego una satisfacción adicional porque la comunidad loretana, específicamente la de Maynas, puede comprobar que mi trabajo lo he venido realizando con lealtad, de manera honrada, libre de cualquier otro tipo de intereses políticos o económicos. Yo defiendo lo correcto y aplico la Ley, ahora estoy en una situación de suspensión por la resolución que fue dada en justicia y que en alguna oportunidad me permitiré aclarar muchas cosas que no se podían decir inicialmente porque el proceso era reservado, pero hay hechos que ya pasaron a mi defensa y desde el momento en que pasaron a mi defensa ya puedo hacer conocer y explicar muchas cosas para que la gente sepa cómo actué, siempre respetando la Ley y haciendo las cosas como corresponde», concluyó Del Piélago.