“En este 2022, la composición del gasto de los S/26 millones 847 mil se orientaron, en primer lugar, para pagar deuda interna (S/10.2 millones) que representa el 38 por ciento del gasto total, y se dirigió para cumplir compromisos de inversiones anteriores con recursos de obras por impuestos (OI) y por las transferencias con recursos de deuda soberana”.
Es así como inicia una nueva entrega del economista e investigador Roger Grandez, donde nos muestra cómo se sigue administrando una crisis que viene de la repercusión mundial y particularizándose con aspectos relacionados a nuestra producción e industria interna.
Nos dice que en lo que va de este 2022, los ingreso asignados y transferidos del recurso CSCP al Gore Loreto sumaron S/64 millones, mientras que los gastos devengaron un valor de S/27 millones que representa el 42 por ciento de los ingresos obtenidos por el rendimiento del aporte de la industria petrolera en Loreto.
La narrativa del jefe de pliego del Gore Loreto desde que se inició su gestión, es marginar la importancia del recurso CSCP como aporte a las finanzas de la institución por la crisis que viene sufriendo la industria petrolera y lo marginal que resulta comparativamente frente al recurso del Fideicomiso; aun así, el recurso financiero funge como fuente apalancadora de procesos transformador del territorio, no solamente como fuente de gastos para la provisión de bienes y servicios para el disfrute del ciudadano, también para generar empleo e ingresos al transformarse el recurso en bienes de capital.
Las inversiones representan exactamente la cuarta parte (25%) del gasto total, y se está utilizando para acompañar inversiones con otras fuentes de financiamiento y para ejecutar obras, entre otras, para transferir fondos a los núcleos ejecutores dispersos en territorios donde se tiene la presencia de la actividad petrolera, incluido el distrito de Puinahua.
Los gastos en bienes y servicios sumaron S/6.3 millones, donde el 75 por ciento se orientaron a contratar personal de mando profesional y técnico para labores institucionales. El balance del recurso CSCP al 17 de octubre, nos muestran un saldo de S/37 millones (58% de los ingresos totales) que se encuentran a disposición para ser gastados y no lo estamos utilizando a plenitud ni con la fuerza suficiente para potenciar desarrollo territorial.
Resulta paradójico cómo en un territorio con múltiples necesidades de acceso a bienes y servicios públicos que no se encuentran disponibles para su uso, nos damos el (mal) gusto de no materializarlos a pesar de la existencia de recursos presupuestales; es el caso del canon y sobre canon petrolero (CSCP) asignado y transferido al departamento de Loreto desde 1979, tres años después de aprobarse el Decreto Ley 21678 de 1976 que crea el 10 por ciento del valor de la producción por la explotación petrolera el mismo que se utilizará de forma integral al desarrollo socioeconómico hasta la extinción del recurso.
El enfoque de desarrollo integral de un territorio tiene concepciones distintas, y no necesariamente enfocado a lo puramente gastos en inversiones de infraestructura. El equilibrio es lo que está fallando. “No todo es fierro y cemento”, al final se prefiere esto mismo que se critica.