Para los próximos días de noviembre, los dirigentes del sindicato de vendedores del mercado Modelo están anunciando un paro de 24 horas como medida para exigir a las autoridades, la construcción de un nuevo local para este centro de abastos.
Por otra parte, hay vendedores que rechazan la convocatoria del sindicato, arguyendo que los organizadores son personas que han perdido credibilidad por estar enquistados en el manejo sindical por años, y los que en reiteradas veces se han vendido a las autoridades, acusándoles, además, de responder a sus propios intereses.
El enfrentamiento está dado. Un bando y otro se acusan mutuamente. El malestar entre los vendedores existe porque, según aseguran, los dirigentes les han utilizado para obtener beneficios personales.
Lo cierto es que, en efecto, el mercado Modelo necesita de una nueva infraestructura de acuerdo a las exigencias de la actualidad. Hay que tener en cuenta que la población ha crecido considerablemente y que la afluencia de personas a ese centro es en mayor cantidad. Los vendedores también han aumentado, habiendo tugurizado sus puestos de venta que no tienen las comodidades, menos aún la garantía de una buena manipulación higiénica, sobre todo, de los productos o artículos que venden.
Con o sin paro, la necesidad está planteada, y las autoridades no deben esperar a que ocurran este tipo de cosas que no sólo siembran discordia entre un grupo humano importante, sino que propician violencia innecesaria, por lo que deben poner en agenda como prioridad la construcción de un nuevo mercado Modelo, que realmente sea modelo para próximas construcciones de centros de abastos.