La población ya ha advertido que cuanto más transcurren los días, cada vez es más repetitivo el retintín de las promesas electorales que a la fecha ya suenan como sonsonete guitarrero en un ensayo diario para una criollada clásica que procura encontrar espacio ante un aburrido auditorio que quiere cambios y no los ve.
En términos más ligados a la verdadera intención de este tema, en procura de una real campaña política, podemos decir que actualmente vivimos una campaña sumamente aburrida por la falta de argumentaciones que movilicen al electorado en procura de hacer realidad lo que consideren nuevo, positivo y sobre todo posible de hacer en un lapso presidencial.
Hay que reconocer que quienes por ahora están en la cresta de la ola porque un sector ciudadano posiblemente ha decidido favorecerlos con su voto, siguen la ruta a las promesas anteriores que por repetitivas ya calaron en ciertos ánimos ciudadanos, pero aquí tenemos que decir que del dicho al hecho hay mucho trecho.
Hay que advertir que en el presente proceso, hay muchas nuevas caras y nuevas tendencias que procuran llamarse políticas, pero que en realidad no lo son, pues adolecen no sólo de arraigo popular, sino también de una ideología política que los identifique y sobre todo de una infraestructura nacional adecuada, factores imprescindibles en la vida política de un partido de verdad.
Esta presencia de nuevos personajes en la escena nacional es precisamente lo que está permitiendo que el proceso del próximo mes de abril, no salga del marasmo en que ahora está sumido, dada la poca producción en ideas y principios de parte de los que aspiran a la primera magistratura del país.
Se precisa señalar que como suele suceder, a las promesas de campaña siempre o casi siempre, se las lleva el más leve viento. Por ello nos permitimos sugerir que sea la propia exigencia ciudadana que reclame el cumplimiento de lo prometido, pues como es casi seguro que habrá una segunda vuelta electoral, resultará más posible el pedido ciudadano, ya que la elección se circunscribe a sólo dos candidatos y uno de ellos debe cumplir.