Muchos meses antes que las tropas aliadas ingresaran a Bagdad y, en general, a Irak, el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y los gobernantes ingleses y otros europeos que lo acompañaron en esta gesta de invasión, sabían de la no existencia de armas químicas ni de bombas atómicas. Lo sabían ellos y algunos analistas políticos mundiales lo advirtieron.
Muchos meses antes que estas tropas «salvadoras» ingresaran a esta ciudad árabe, el principal gobernante norteamericano y varios de las empresas transnacionales conocían del gran negocio de la reconstrucción de las principales ciudades de Irak. No solo alistaron armas, sino pertrechos, contrataron personal para formar parte del ejército de «liberación» reclutados en las capas pobres de los pueblos del país del tío Sam y en gran parte de los países de América Latina (yo tengo un primo que estuvo en esa zona con un buen sueldo), entre otras cosas.
Muchos meses antes del falso encuentro de estas armas letales, que se buscó como pretexto de la invasión, las empresas transnacionales de todos los países aliados ya tenían un presupuesto (no participativo) de lo que se iba a emplear en la reconstrucción de las diferentes metrópolis que gobernaba Sadam Hussain. No sóolo se tenía el presupuesto, sino que ya se planificó con tiempo de dónde iba a salir este billonario dinero para la reconstrucción de estos pueblos. Se incluían calles, hospitales, museos, hoteles, casas familiares, adquisición de equipos portátiles de energía eléctrica familiares y comunales, adquisición de alimentos para los pobres bombardeados, etc. Es decir que la invasión al final resultó ser un gran negocio para las transnacionales de estos países desarrollados, con lo que también se iba a reactivar su economía.
En Iquitos, aunque nadie nos ha metido bombas ni balas ni granadas, el panorama de las calles son muy parecidos, pero, en menor grado que las calles de Irak, invadida por los «liberadores». La pregunta es: ¿existe ya un presupuesto del gobierno central, gobierno regional, de los gobiernos locales para reconstruir bien estas calles y sus recursos acuíferos del subsuelo para reconstruir lo que se ha venido destruyendo? En los presupuestos de estos entes gobernantes no existe para los próximos años. Por lo que es necesario, ya que la chica está embarazada, preparar un presupuesto para la reconstrucción de nuestras calles, un presupuesto para restaurar lo que se ha destruido, un presupuesto para indemnizar a los vecinos que fueron afectados por la vibración de estos tremendos monstruos de camiones y tractores y especialmente un presupuesto para pagar a los ciudadanos que sufren terribles accidentes en estos enormes huecos que no tienen una señal de aviso o de prevención. El asunto es que nosotros no somos Irak, que tiene cualquier cantidad de petróleo por tanto de plata y puede pagar los billonarios préstamos que le hicieron los bancos para su reconstrucción. Tienen tanto petróleo que podrían destruir y reconstruir sus ciudades en pocos años. Nosotros no tenemos esa cantidad de petróleo, del cual nos dan un llamado canon petrolero, que es el 50 por ciento de nuestros ingresos, y que, con enorme terquedad los ambientalistas están luchando para que ya no se explote el petróleo, que yo considero se puede hacer con justicia social y ambiental.¿ Si esto ocurre, es decir que ya no se explote el petróleo, de donde sacaremos dinero para la reconstrucción de nuestra ciudad? ¿De dónde sacaremos dinero para las obras productivas y de investigación y de gastos en educación y salud? Es necesario que los gobernantes con sus funcionarios preparen el presupuesto para los próximos años para la reconstrucción de nuestra ciudad, busquen el financiamiento en bancos mundiales, porque, con el petróleo que explotamos y con lo que no explotaríamos si se cumple el deseo de los apocalípticos, no nos daría ni para pagar la reconstrucción de 2 kilómetros. Y, cuando me refiero a reconstrucción quiero decir a construir pistas de calidad que duren 50 años, que tengan un soporte mayor, que se haga el estudio de impacto ambiental; es decir, en las expresiones del doctor Cornejo Sifuentes, con responsabilidad social, económica y ambiental. Estuvimos buscando en la página web de estos gobiernos y de economía y finanzas del gobierno central y no hay para reconstrucciones de este tipo de manera satisfactoria. No lo hay, señores gobernantes, por lo tanto, como decía mi abuelo contamanino, bueno hijita ya has pecado, ya estas buchizapa, a ver si ahora buscamos cómo producir más para mantener a uno más que viene a engrosar la familia y bien alimentado y bien educado (un viejo sabio) ya que el sinvergüenza se fue con tu fortuna (sus vaquitas de la herencia paterna) y con tu amor. Nosotros pensemos en los próximos presupuestos de salud, educación y especialmente de reconstrucción de nuestras ciudad.
Para esos huecos que son potenciales criminales de mucha gente que anda en moto lineal (hoy se han incrementado) podrían gastar en poner banderas de señalización o mallas para que la gente no siga accidentándose, podrían ser banderas con colores fosforescentes y de la misma manera las redes. Esto creo que si existe en los presupuestos de las alcaldías y del gobierno regional, cuya misión es proteger la vida y salud de sus ciudadanos. Para poner las banderitas de acuerdo al tamaño del hoyo, aunque debió y debe estar contemplado en toda obra de construcción que se realice, como manda la ley, creo que sí hay plata y además daría trabajo a los que hagan estos señalizadores, incluso sobraría para el aljovin. Es una propuesta seria. La otra propuesta para obtener fondos de financiamiento es vender agua que tenemos en abundancia. De alguna parte tiene que salir la correa, porque pensar en el gobierno central, ni soñar.