El juez y la prensa

Por: Alexander Rioja Bermúdez.

Juez del Primer Juzgado Civil de Maynas.

Uno de los principales actores en el proceso civil es el Juez, quien no solamente es el director del proceso, sino además es el encargado de resolver un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, haciendo efectivos los derechos sustanciales propuestos por las partes; este conflicto de intereses se inicia con la interposición de una demanda, por parte del demandante, la cual admitida se contrasta con la contestación, y que en caso ésta no se realice,  se declarará la rebeldía del demandado, es decir, que en todo proceso judicial civil, encontramos necesariamente la presencia de otros dos sujetos llamados demandante y demandado, y es sobre ellos que el Juez ha de referirse en su decisión final.

La sentencia refleja la conclusión a la cual llega el juez como consecuencia del bagaje probatorio presentado por las partes en el proceso, el maestro Monroy  en tal sentido ha precisado que históricamente el Juez ha sido un creador del derecho, sin que ello implique que éste prescinda de la norma escrita, sosteniendo que en la mayoría de sociedades el juez elaboró el derecho a partir de la norma, produciendo el derecho necesario para su sociedad en el momento concreto.

Durante todo el proceso y en especial al momento de expedirse la resolución final, la actividad del juez no debe verse afectada por ningún tipo de poder o elemento ajeno que presione o trate de presionar la voluntad, es decir aquella facultad de decidir libremente en base a la norma y a las pruebas existentes. En tal sentido, «la independencia judicial tiene que ser entendida como independencia frente a los otros poderes del Estado y a los centros de decisión de la propia organización judicial, pero no como separación de la sociedad civil ni como cuerpo separado de toda forma de control democrático y popular»

Para Maier  la llamada independencia judicial es una función del ideal de imparcialidad en la tarea de juzgar o del calificativo imparcial que integra la definición de la palabra juez. Deseamos jueces independientes de todo poder, o los estatuimos así mediante diversos mecanismos porque queremos acercarnos al ideal de la imparcialidad. Ello significa, aun etimológicamente, que, salvo los valores ético-sociales que presumiblemente encarna la ley, comunes a todos y base de la igualdad de todos frente a ella, el calificativo «imparcial», aplicado a la definición de un juez, o la nota de «imparcialidad», aplicada a la definición de su tarea, equivale a exigir de él o de ella la nota de neutralidad. Neutralidad, a su vez, significa, básicamente, apartamiento de los intereses defendidos por quienes protagonizan el conflicto a decidir (in-partial) y ausencia de prejuicio o interés particular alguno frente al caso a decidir (objetividad).

Esta independencia muchas veces se pretende ver afectada por la presencia del llamado «Cuarto Poder» (Poder de la Prensa), el cual trata a través de publicaciones muchas veces injustas y calumniosas dirigir los actos del Juez, a fin de que oriente su decisión hacia determinados intereses de carácter político, económico o amical. Lamentablemente existen seudos abogados que creen poder amedrentar a los jueces a través de este instrumento de control de masas, más aún cuando él mismo se encuentra en manos de seudos profesionales de la pluma que en muchos casos se venden por unas monedas con la finalidad de perjudicar la imagen de un juez, a fin que se pueda ver favorecida a la parte a la cual asesoran.

Consideramos que la prensa, la verdadera prensa, es decir aquella que cuenta con distinguidos profesionales, constituye una herramienta importante en la lucha contra la corrupción en todos los niveles, más aún cuando ésta se encuentra sustentada debidamente en pruebas y elementos contundentes que permitan verdaderamente lograr no solamente captar la atención del ciudadano de a pie, sino también de las autoridades pertinentes y en especial las del Poder Judicial a fin de poder desterrar a quienes dañan la imagen de este ente estatal.

Muchas veces se denigra tan fácilmente la imagen de un Juez sin contar con serios elementos probatorios de su conducta, con desconocimiento de  las normas y sobre todo del mismo proceso, se pretende desprestigiar al juez sin saber lo que realmente sucede al interior de un proceso judicial, no se investiga, no se analiza el caso,  no se consulta a los profesionales adecuados, menos aún se conoce el trámite del proceso, de los plazos procesales, de los actores del mismo, de quiénes son los que los deben realizar, pero que fácil resulta manchar una imagen sin tomar en cuenta los mínimos elementos de análisis.

Un verdadero profesional de la prensa, un verdadero comunicador, no hace nada de esto, no se vende por el simple facilismo o por figuretismo, no!!!!, sino por el contrario ante una denuncia formulada, por alguna parte o abogado en un proceso, hace todas las averiguaciones del caso, analiza el tema, recaba la información de la parte considerada agraviada y su contraparte y sin tomar partido previo pone a criterio de la ciudadanía estos elementos, a fin de que sea ésta, en base a esos elementos, la que tome el criterio que consideren pertinente.

De este modo encontramos una estrecha relación entre lo que hace un Juez y un periodista profesional, ambos se encuentran obligados a investigar analizar y dar conclusiones, si bien en el caso del primero resuelve un conflicto de intereses, el segundo pone en tela de juicio determinadas acciones inadecuadas que serán sancionadas primero por la sociedad y luego por los estamentos correspondientes del Poder Judicial. En ambos casos, tanto en una sentencia como en un artículo periodístico, deben encontrarse debidamente sustentados en las correspondientes pruebas, las cuales deben ser contundentes a fin  que se encuentren debidamente respaldados sus actos ante la colectividad y ante su propio ser de genuinos profesionales del derecho y de la pluma.

Algunos seudos abogados pretenden menoscabar la independencia del juez utilizando a estos seudos periodistas, creen que con este tipo de publicaciones van a lograr lo que no pueden hacer mediante un proceso judicial, es decir que no confían en sus cualidades «profesionales» y recurren a este tipo de presiones, ya que no están ni más remotamente seguros de aquellos argumentos expresados en el proceso judicial en el cual litigan, por eso pretenden sustentar su impericia e imprudencia procesal sorprendiendo a quienes no saben de leyes y menos de la función social del verdadero periodista, logrando colocar en portada hechos o situaciones que los desmerecen. Nosotros somos conscientes de la importancia de aquellos periodistas cuando su labor es altamente profesional y por tanto tienen y cuentan con un respaldo ético que nos obliga a respetarlos y a tomar en cuenta sus acertados artículos periodísticos que son el resultado de una prudente y adecuada investigación, son ellos nuestros fieles colaboradores, cual Sancho Panza y Don Quijote podemos sentirnos respaldados en ellos y que sus críticas son para mejorar nuestra labor y no para dañarnos y perjudicar la imagen de nuestro Poder Judicial.

Por ello, hoy en el día del Juez debe una vez más destacarse la independencia a la que estamos obligados a respetar y hacer respetar sin temor alguno, así como también hacer partícipes de este respeto a las partes del proceso (léase también abogados) y a quienes no son parte del mismo, como a los periodistas, los cuales no deben vulnerar la independencia del Juez, principio que permite que pueda obtenerse el fin de una recta administración de justicia, la cual es indispensable en aquellos funcionarios encargados de tan delicada y alta misión y se pueda lograr libremente en cuanto a la apreciación del derecho y de la equidad, sin más obstáculos que las reglas que la ley les fije en cuanto a la forma de adelantar el proceso y de proferir su decisión.

Feliz día a mis colegas Jueces del Distrito Judicial de Loreto y a todos los magistrados del Perú, seamos el bastión de la independencia en nuestro querido Poder Judicial.