Titulares

El esfuerzo de don Marco: un artesano que lucha por salir adelante

  • Vende licuadoras manuales, mazos y cucharones para sobrevivir tras ser abandonado.

En las calles de Iquitos, encontramos a don Marco Antonio Panduro, un anciano artesano que ha dedicado más de 20 años a la venta de licuadoras manuales, conocidas popularmente como «patitas de gallo», herramientas tradicionales utilizadas para batir el chapo de manera manual. Con esmero y dedicación, fabrica y vende estos productos en diferentes puntos de la ciudad, especialmente alrededor del mercado de Belén, para poder subsistir.
Además de las licuadoras manuales, don Marco también elabora y comercializa mazos para preparar tacacho y cucharones de madera, herramientas esenciales en la cocina amazónica. Durante la temporada navideña, amplía su oferta de venta de pesebres en la intersección de las calles Arica y 9 de Diciembre, donde cada año espera a sus clientes con nuevos diseños hechos con sus propias manos.
Su historia es la de un hombre que, a pesar de las dificultades, sigue adelante con esfuerzo y determinación. Abandonado por su pareja, don Marco se enfrenta cada día con la esperanza de vender lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas.
Sin acceso a un teléfono celular, su método de venta es recorrer las calles desde las 10 de la mañana, partiendo desde su hogar en el sector de Cabo López, caminando hasta el mercado de Belén y el mercado de Productores, antes de regresar a casa.
«Yo me dedico a la venta de estas licuadoras manuales que sirven para batir el chapo. También tengo mazos para hacer tacacho y cucharones de palo que se usan para batir la chicha, todo a un precio muy cómodo. Por ejemplo, las patitas de gallo las vendo a S/2 y S/3, mientras que en el mercado pueden costar hasta S/5», explica el artesano.
A pesar de las dificultades, don Marco agradece el apoyo de quienes adquieren sus productos y le permiten continuar con su trabajo. Su emprendimiento no solo es una fuente de ingresos, sino también un reflejo de su espíritu resiliente y su amor por la artesanía.
Si deseas apoyarlo, puedes encontrarlo en su ruta diaria o acudir a su domicilio para adquirir sus productos. Con cada compra, no solo obtienes una herramienta tradicional de calidad, sino que también ayuda a un adulto mayor a seguir adelante con dignidad y esfuerzo.
(K. Rodriguez)