El tema del reintegro tributario no debe ser visto como una pelea del consumidor con sus empresarios.
-El ex directivo de la Cámara de Comercio, Harlan García Del Águila, «que Perú no nos niegue el uso de puertos y aeropuertos para internar mercadería a Loreto y que aforo se haga en la Aduana de Iquitos».
-Recordemos que los beneficios se generan tras la guerra en la frontera, como una compensación al entregar el gobierno central territorios loretanos a Colombia».
-«Nuestros congresistas no saben escuchar a su pueblo para plantear soluciones integrales».
A menos de cuatro semanas para que culmine el año y quede sin efecto el beneficio del Reintegro Tributario para Loreto, continúan las gestiones desde varios sectores involucrados en el tema como la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Loreto, así como el Frente Patriótico de Loreto, asesorado por instituciones como el Colegio de Economistas.
Una voz interesada en la reflexión y toma de acciones por este asunto que compromete el buen sostenimiento socio económico en Loreto, es el ex directivo de la Cámara de Comercio de Loreto y empresario amazónico, Harlan García, quien hizo un recuento de cómo nacen estos beneficios, que se remonta a la época del conflicto fronterizo con Colombia.
El debate ahora se torna en la búsqueda de soluciones y en analizar lo bueno y lo malo del reintegro tributario para la zona de selva. Pocos o casi nadie se han detenido a pensar y explicar en qué contexto se fue generando este beneficio para esta parte de la Amazonía peruana. Al respecto sostuvimos un diálogo con el empresario Harlan García, a modo de aporte en estos días decisivos para un beneficio discutible por un sector influyente del pueblo.
-Los beneficios para Loreto tienen su punto de partida en el tratado arancelario peruano colombiano. ¿Qué recuerda de esos hechos?
«En mi mediano entender y saber trataré de hacer una resumida reseña. Cuando el gobierno peruano entrega a Colombia el Trapecio Amazónico, o sea la ciudad de Leticia, un grupo de patriotas civiles loretanos retoman Leticia para hacerla peruana nuevamente. Ante este hecho, el gobierno peruano manda a su fuerza armada a Leticia, toma prisioneros a los patriotas civiles loretanos, los llevan a Lima para juzgarles por traición a la patria condenándoles a morir fusilados. El pueblo loretano se levanta en rebeldía logrando salvarles la vida.
Después de estos acontecimientos, el gobierno de Perú y Colombia acuerdan firmar un convenio Internacional para dar a ambas zonas fronterizas un tratamiento arancelario especial reducido, como compensación para Loreto por la entrega de su territorio, así nace el «Tratado Arancelario Peruano Colombiano», después de este tratado el arancel para la selva se pone de 0 a 50%, mientras en el resto del país se iba de 50 hasta más del 150%».
¿Se da también una ley no menos famosa, la 15600?
«Claro, tratando de impulsar el desarrollo de la selva, se da la Ley 15600 que exonera de todo impuesto a todas las actividades económicas en la selva. Con estas dos medidas parecía que estábamos viviendo en una zona libre. Convirtiéndose Iquitos en el destino turístico de compras del país.
Debemos recordar, que gracias a estas medidas se instalan algunas industrias con el esfuerzo de los propios empresarios. Recordemos también que teníamos hasta siete embarcaciones acoderadas en nuestro puerto trayendo diversa carga de diferentes partes del mundo, por lo que se vivía una bonanza económica, hoy tenemos un barco que llega a Iquitos cada tres meses, se han cerrado los siete grandes almacenes de ENAPU por falta de carga.
¿Se recuerda también que empezaron las reacciones negativas de empresarios de Lima?
«Así es, los sucesivos gobiernos por la presión del empresariado capitalino, fueron cercenando los alcances de la Ley 15600, lejos de fortalecerla con infraestructura necesaria, presupuesto adecuado, sobre todo vigencia permanente de la Ley, como si lo hizo Brasil en Manaos con su Ley copiada de la nuestra.
El gobierno de Fujimori, al bajar los aranceles, da el golpe casi de muerte al movimiento económico regional, quedando en desventaja con el resto del país. Así el arancel peruano la ponen de 0 a 25%, hoy la han bajado a menos, y de la selva quedó de 0 a 50%. Para ser un poco equitativos el arancel de la selva debió ir todo a 0. Hoy, nuestros importadores prefieren usar el arancel nacional, porque para beneficiarse con el arancel de la selva, la mercadería debe ser internada por los puertos o aeropuertos de la selva, mejor dicho solo por Iquitos.
Al seguir vigente el Convenio de Cooperación Aduanera Peruano Colombiano, por ser un tratado internacional el Perú no puede derogarla, encontraron una salida desventajosa para Loreto, porque el Perú, al negarnos el uso de los puertos o aeropuertos para internar la mercadería hacia Loreto, nos dice: usen mis puertos o aeropuertos pagando los impuestos respectivos, les reintegramos sus tributos constatando que su mercadería llegó a su destino.
Como hay muchos productos comprendidos en el Arancel del Tratado con Colombia que se compra fuera de la región pagando sus tributos respectivos, también nos dice: Paguen sus tributos al comprar, que después les reintegramos al constatar que llegaron a su destino».
¿Cómo explica esta especie de fricción entre el interés empresarial y el interés del pueblo loretano?
«El tema del reintegro tributario no debe ser visto como una pelea del consumidor con sus empresarios. Los empresarios se adecúan a las reglas que pone el Estado Peruano. Los enemigos no son ellos, son nuestras autoridades que no ven más allá del inmediatismo, nuestros congresistas que no saben escuchar a su pueblo para plantear soluciones integrales, de los demagogos politiqueros que mal informan al pueblo, del Gobierno Nacional que da medidas contrarias a los intereses de Loreto, del pueblo mismo que no sabemos elegir autoridades que trabajen con criterio y con razón.
Si el pueblo en su conjunto: autoridades, congresistas, colegios profesionales, gremios empresariales, el pueblo mismo no reacciona, de seguro los demagogos que hacen el juego a intereses subalternos van a triunfar. Es hora de la unidad por Loreto. Una medida concreta es que el Perú no nos niegue el uso de puertos y aeropuertos para internar mercadería a Loreto, que aforo se haga en la Aduana de Iquitos». (DL)