Tan criminal es quien incrusta un cuchillo a una persona como quien abusando por su vulnerabilidad somete a una o a un menor de edad para explotarlo sexualmente a cambio de un pago en dinero o en especias. El daño moral es enorme, la afectación psicológica no se verá a simple vista, salvo a través de una evaluación psíquica especializada.
Quienes cometen estos delitos contra menores de edad, difícilmente son detenidos por la policía en los operativos que realizan, «siempre logran desaparecer de la escena» a pesar que tienen una responsabilidad penal por tratarse de clientes y los dueños de los hospedajes tienen también responsabilidad por permitir el ingreso de muchos menores de edad.
Esto sucede a diario y nos estamos acostumbrando a que se vea como «normal», peor aún cuando existen opiniones que consideran a las niñas de 14 años para arriba «como las que provocan» a los hombres o las que los buscan. Y ese adulto, preguntamos, no tiene la capacidad de la madurez para enderezar el camino, en caso se tratara de alguna conducta desviada de la adolescente. Por supuesto que sí, pero no lo quiere asumir de esa forma, que sería lo más saludable para nuestra sociedad.
En este tema de los hospedajes que permiten el ingreso de menores de edad, la municipalidad distrital de Punchana está dando un paso importante y sobre todo comprometido en el marco de sus funciones. Han dicho basta ya a la trata de personas en su distrito plagado de hospedajes «turísticos» que solo están haciendo daño irreparable a nuestra juventud y bien libres de denuncias los maduros que se creen más hombres seduciendo o contratando a «chibolas», aprovechándose en la mayoría de casos de su necesidad material.
En algún momento de nuestras vidas hemos sido testigos o víctimas de estos abusos, o hemos estado en situaciones que merecen que enmendemos, aquí no se trata de moralismos, se trata de luchar asumiendo nuestros errores por una sociedad respetuosa, digna y que defienda a quienes más adelante estarán al frente de los gobiernos y replicarán lo que se hace hoy, sino empezamos a hacer el esfuerzo por corregirlo.
Bien por la iniciativa del distrito de Punchana, que en realidad es su función, su obligación, pero bueno, ya lo están haciendo y han empezado por un reciente caso en el hospedaje Pantoja, donde el propietario Horacio Querubín Araujo Navarro (65), ha sido notificado porque la policía encontró a cuatro menores de edad, con cuatro adultos; y cuáles son los nombres de los adultos, serán denunciados? Existen en el parte policial? Mientras no se les visibilice, el combate contra la trata seguirá siendo débil.