Dos hermanitos se ahogaron en el río Marañón

-Llanto y dolor en el caserío San  Juan de Maypuco

A las 10 de la mañana del pasado Lunes, los hermanitos Antony y Tony P.L., de  7 y 4 años, respectivamente desaparecieron en las turbulentas aguas del río Marañón, cuando navegaban, junto con su padre, Jimmy Pelileo  desde  San Juan de Maypuco, donde radican unas 60 familias. Ellos iban  a comprar víveres en un  poblado cercano. Hasta el cierre de esta edición los cuerpos no habían sido encontrados pese a la búsqueda.

 

La fatal noticia fue comunicada telefónicamente desde el lugar de la tragedia, por parte de la acongojada madre, Smith López Murayari (28) quien con la voz entrecortada narró a su hermana Maria Elena, en Iquitos, que los niños, como es habitual en la selva, habían ido acompañando a su padre aprovechando la época  de vacaciones escolares, sin presagiar que iban a encontrar trágico fin de sus escasos años.

 

De acuerdo a lo manifestado por la madre, el desesperado y angustiado padre, llegó media hora después hasta su humilde vivienda con la ropa mojada, el rostro desencajado y balbuceante para dar la trágica información a la humilde  madre quien gritaba llamando por su nombre a los niños,  iniciando luego, junto a sus vecinos una  desesperada búsqueda que hasta el cierre de esta edición, no tenía resultados positivos.

 

Lamentablemente, la existencia de muyunas, vientos sorpresivos e impactos contra los barrancos, en la zona, siempre producen los temibles remolinos, lo cual según indicó el padre de los niños, hizo que la canoa se fuera  de punta hacia la profundidad del río, ya que ellos viajaban en la proa, mientras que él lo hacía en la popa, no teniendo opción de salvar a sus pequeños vástagos por la rapidez del trágico hecho.

 

Vecinos, pescadores, agricultores, viajeros que pasan por la zona, colaboran en la desesperada búsqueda mientras que la angustia crece en el humilde hogar, donde lloran la trágica y prematura desaparición de dos inocentes niños que urgidos por la necesidad de alimentarse, luego de que sus sembríos fueran  devastados por la enorme creciente pasada, no dudaron en salir junto con su progenitor, en busca de productos para su diaria alimentación.