Las municipalidades provinciales y distritales a través de sus respectivos alcaldes y funcionarios siempre deslizan el problema de los proyectos que se encuentran trabados, están como en una situación entrampada para poder avanzar y concretarse.
Y la puntería es hacia el gobierno nacional y sus ministerios donde se señala existen muchos proyectos pendientes de ser destrabados, para que se puedan ejecutar. Los casos son variados, pero la percepción es que no existe una voluntad política sincera para que se solucione.
Los especialistas ministeriales pueden encontrar las soluciones, pero lamentablemente hay un cruce de intereses que no miran el bien a la ciudadanía que se beneficiará con esos proyectos trabados por equis razones.
Este proceso de destrabe de proyectos tendría que convertirse en un tema interés nacional, declararlo así, incluso ensayando la posibilidad de casos emergentes para una solución.
Se tiene que tener en cuenta que, para llegar a convertirse en proyectos, también se ha antepuesto un tema de inversión del presupuesto público, más todavía si cuentan con expedientes técnicos que tienen costos elevados, por lo tanto, el destrabe también significará rescatar una inversión y llevarlo hasta la finalidad para lo que fue creado.
Es una responsabilidad de Estado, a través de los gobiernos de turno porque también se ha detectado que tras las trabas existen casos de corrupción, como lo denunció un alcalde que le pedían una cantidad de dinero para destrabar un proyecto, que tenía observaciones de forma repetitiva.
Vale decir, que se las saben todas cierto personal de ministerios para entrampar los proyectos y argumentar “observaciones”, y de ser así, tanto tiempo ya ha pasado que no pueden brindar un soporte técnico a las municipalidades para solucionar este tema específico, o es que los requisitos de los procesos “se crean para entrampar y coimear”, o ¿existe una incapacidad para adaptarlos a las diferentes realidades del país?
Destrabe de proyectos ediles
