Denuncian venta de droga en el puerto de Masusa

  • Vecinos exigen acción inmediata.

Los vecinos de la calle 17 de octubre del asentamiento humano “Nuevo Punchana” en el sector de Masusa, han lanzado un grito de alerta a las autoridades sobre la creciente venta ilegal de estupefacientes en su vecindario. Según los residentes, la comercialización de drogas no solo se realiza en viviendas de la zona, sino que involucra a familias enteras que participan en esta actividad ilícita.
Un problema creciente
La venta de drogas en Masusa ha traído consigo una ola de delincuencia y violencia. “Cada día vemos más personas de mal vivir merodeando nuestras calles, y eso nos preocupa. Después de consumir drogas, muchos de ellos se dedican a robar para sustentar su adicción,” señaló, un vecino afectado.
Los moradores denuncian que la inseguridad ha aumentado significativamente, afectando la calidad de vida de todos los residentes.
Estadísticas alarmantes
Datos proporcionados a este medio de comunicación, indican que, en el último año, los delitos relacionados con el consumo de drogas han aumentado en un 25% en el área de Masusa. Además, informes de la Policía Nacional del Perú revelan que al menos el 40% de las intervenciones policiales en Punchana están relacionadas con la venta y consumo de drogas. Estas cifras evidencian la gravedad de la situación y la necesidad de una intervención urgente.
Los vecinos exigen que las autoridades tomen medidas inmediatas para frenar esta problemática. “Necesitamos que se realicen operativos de inteligencia y capturas de estas organizaciones criminales. No queremos que nuestra calle se convierta en una zona altamente peligrosa,” añadió, otra pobladora preocupada.
Las autoridades locales han respondido parcialmente a estas denuncias, pero los vecinos consideran que las acciones no son suficientes. La Policía Nacional del Perú ha realizado algunos operativos en el área, pero la percepción general es que la venta de drogas continúa sin mayores dificultades. “Hemos incrementado las patrullas y estamos trabajando en operativos específicos, pero necesitamos la colaboración de la comunidad para poder desarticular estas redes,” afirmó un efectivo policial.
El impacto de la venta de drogas no solo se refleja en la seguridad del vecindario, sino también en el tejido social de la comunidad. Las familias viven con miedo, y los niños están expuestos a un ambiente nocivo. “No podemos dejar que nuestros hijos crezcan en un lugar donde la droga está a la vuelta de la esquina. Esto no solo es un problema de seguridad, sino de salud pública y bienestar social,” enfatizó un dirigente vecinal.
La situación en Masusa es crítica y requiere una acción coordinada y efectiva entre las autoridades y la comunidad. Los vecinos de la calle 17 de Octubre han hecho un llamado urgente a las autoridades para que intervengan de manera contundente contra la venta de drogas y restauren la paz y seguridad en su vecindario. La batalla contra el narcotráfico en esta zona debe intensificarse para proteger a las familias y asegurar un futuro libre de drogas para las nuevas generaciones.
(C. Ampuero)