Declaran Patrimonio Cultural de la Nación a la expresión cultural “Carnaval Amazónico de Iquitos”

  • Esta declaratoria tuvo como base la investigación historiográfica del profesor Herman Martin Reátegui Bartra sobre la “Húmisha”.


Hecatombe histórica, la Amazonia está de fiesta, y el 19 de mayo de 2023 se recordará como el día en el que el Supay, y todo ese sector muchas veces marginadas de las zonas populares de Iquitos se reconocen en su fiesta del carnaval Amazónico de Iquitos. Con RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL N° 000126-2023-VMPCIC/MC. Por su importancia y trascendencia de esta festividad para el fortalecimiento de la memoria histórica y la construcción de la identidad cultural, así como para el fomento de la unión y sentido de pertenencia de la población iquiteña.
El camino para conseguir este reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Nación a la expresión cultural Carnaval Amazónico de Iquitos, de la provincia de Maynas, departamento de Loreto. Se gestionó desde el 2021.
Este logro es gracias a los portadores de esta fiesta y a la conformación de un Comité para la declaratoria del carnaval amazónica de Iquitos integrada por asociaciones civiles como Los Mascarados de Pueblo Libre, San José río Itaya, Coñapuyaras, portadores de las comunidades del río Nanay, la Asociación Cultural Miguelina Acosta Cárdenas, Grupo de Teatro Shiringa, Revista Rojo y Negro, Coordinadora para el Desarrollo de Loreto, BFL Iquitos, Estudio Jurídico Miguelina Acosta Cárdenas, Revista Amazónica Sentidos, Asociación Escuela de Artes y Culturas Amazónicas, Reserva Nacional Alpahuayo Mishana; con la coordinación de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Loreto.
Además, con el apoyo de cartas de respaldo a esta iniciativa por parte de los Municipios de Maynas, Belén y Gobierno Regional de Loreto. Cabe resaltar que esta declaratoria tuvo como base la investigación historiográfica del profesor Herman Martin Reátegui Bartra sobre la Húmisha, memoria popular del carnaval amazónico de Loreto.
Este reconocimiento de patrimonio cultural de la Nación marca un hito para el fortalecimiento de la identidad Amazónica. Al mismo tiempo nos presenta una oportunidad para gestionar proyectos de desarrollo cultural, actividades turísticas, reforestación y conservación de palmeras y programas educativos que beneficien a la población en general.
Con respecto a los antecedentes del Carnaval Amazónico de Iquitos, fuentes históricas indican que los misioneros de la orden religiosa Compañía de Jesús llegaron a la Amazonía peruana en el siglo XVII donde averiguaron sobre las creencias y celebraciones de la población indígena con el objetivo de facilitar su discurso en torno al dios y al diablo cristiano. De esta forma, se sentaron las bases de la pedagogía que aplicaron los misioneros jesuitas a los indígenas ladinos y huidizos, los que fueron organizados en reducciones o “doctrinas” de Maynas. Asimismo, los misioneros jesuitas llevaron consigo los usos de las festividades europeas, eclesiásticas y populares al territorio Amazónico: celebraban con solemnidad el Corpus Christi, la Semana Santa o a los patronos de las reducciones, siendo estas fiestas consideradas como oficiales y propias del calendario litúrgico.
No fue sino hasta 1938 que el municipio a cargo de la organización del carnaval, establecieron “una húmisha oficial en la plaza 28 de Julio, en el centro de la ciudad, y en uno de los mercados, invitando al pueblo a elegir las suyas en la mejor forma”, según informó uno de los diarios de la época. El carnaval “oficial” para ese entonces ya ha perdido impulso, pues la población siempre realizó sus fiestas a su estilo y en medio de las celebraciones organizadas por el gobierno, no aceptando las prohibiciones que les imponían en el centro de la ciudad. Al respecto, el cónsul norteamericano Hank Kelly escribió en sus memorias, en 1944, y analizó el concepto político de los carnavales y lo intrincado de su simbología:
“El carnaval es en esencia una fiesta democrática. Las diferencias de rango, cultura y posición económica se esfuman tres días al año para dar paso a una gran revolución con líquidos y sólidos. El pobre cholo con harapos y descalzo podía poner todo tipo de basura en la cabeza del más prominente comerciante, y viceversa, sin que existiera de por medio un castigo”.
El carnaval Amazónico de Iquitos en la actualidad se desarrolla de la siguiente manera en determinados puntos, se festeja los días sábado y domingo anteriores a la cuaresma, mientras que en otros se celebra exactamente los tres días antes de la cuaresma, iniciando el domingo y terminando el martes, siendo al día siguiente miércoles de ceniza. Estas celebraciones implican la organización de cuadrillas o grupos de pobladores organizados por sectores o zonas, quienes durante los días del carnaval se agruparán y formarán un gran contingente para “pandillar” alrededor de todas las húmishas a las que sean invitados, ya que la música y baile principal del carnaval se denomina pandilla.
Las cuadrillas son dirigidas por un capataz, quien a su vez coordina con otros capataces para formar el contingente que visitará las húmishas. Se destaca dentro de toda la celebración de la festividad el día domingo, pues ese día las personas ya están disfrazadas y enmascaradas para ocultar su identidad, mientras comen, beben y danzan alrededor de la húmisha. También, visitan otras húmishas vecinas.
Por la noche, retornan y al ritmo de la pandilla, al igual que del chimayche y el bombo baile, danzan nuevamente alrededor de su húmisha. Utilizando un hacha pequeña o machete, que va de mano en mano, van cortando la húmisha hasta su caída, la cual se direcciona con el manejo de las sogas que la equilibran. Inmediatamente, las personas se acercan a sacar los objetos o regalos que colgaban de la húmisha, se quitan las máscaras y continúan con la fiesta, hasta el día siguiente.
Cabe mencionar que se da por hecho que la persona cuyo corte tumbó la húmisha, asume la obligación ante sus vecinos de ser el coordinador principal de esta actividad el año siguiente, durante el carnaval luego de haber hecho un recuento sobre los orígenes históricos y la práctica contemporánea de la expresión cultural Carnaval Amazónico de Iquitos, cabe hacer hincapié en la trascendencia de esta festividad para los habitantes de esta zona del país. Las raíces de esta expresión cultural tienen un origen ancestral y prehispánico, pues este carnaval es el resultado de la fusión de fiestas tradicionales de los pueblos amazónicos originarios, con festividades cristianas traídas a estas latitudes por los misioneros religiosos europeos. Asimismo, el Carnaval Amazónico de Iquitos actual es el resultado de distintas etapas de desarrollo y apropiación social y política de esta festividad, que en su momento significó la división entre “plebeyos” y “aristócratas”, hasta que se consolidó como una fiesta popular y masiva.