El proyecto de construcción de un ferrocarril que conecte las costas de los océanos Pacífico y Atlántico, acordado por los gobiernos de China, Brasil y Perú, aún no cuenta con una ruta oficial. Sin embargo, a través de solicitudes de información, DAR pudo conocer las alternativas de cruce en la zona fronteriza amazónica que están siendo discutidas en el Estudio Básico de Viabilidad y la opinión técnica de los sectores Ambiente y Cultura sobre los posibles impactos ambientales y sociales para cada una de ellas.
Tras la firma de dos memorandos de entendimiento los años 2014 y 2015, el sub grupo de expertos técnicos de los tres países, bajo la dirección de la parte de China y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones como punto focal del Perú, vienen preparando los estudios básicos de la obra. DAR pudo acceder a la versión preliminar del estudio, elaborado en octubre de 2015 por la empresa China Railway Eryuan Engineering Group, que describe y evalúa las cinco alternativas de ruta hacia los puertos peruanos en la costa.
Las alternativas se distribuyen en dos grandes corredores, el Corredor Norte – Central y el Corredor Sur. Dentro del primer corredor se ubican las Rutas «B», «P», «C1», «C2», las cuales proponen cruzar la frontera a través de las regiones Loreto y Ucayali en Perú. Según detalla el estudio, ninguna de estas opciones podría evitar pasar por áreas naturales protegidas o reservas territoriales indígenas tanto en Perú como en Brasil. Sin embargo, el estudio consideró en sus recomendaciones la ruta «C1» como la alternativa más viable.
Las rutas «B» y «P» atraviesan principalmente el Parque Nacional Sierra del Divisor en las partes brasileña y peruana respectivamente, por lo que fueron consideradas inviables en el Estudio por los equipos técnicos nacionales. Las alternativas «C1» y «C2» proponen evitar por el sur estas áreas de protección natural, sin embargo, en el primer caso la ruta pasa sobre territorios indígenas en Perú y reservas para indígenas en aislamiento en Brasil, notando en ambos casos la existencia de dificultades sociales para la ejecución del proyecto.
En el Corredor Sur la ruta «S» inicia en Río Blanco en Brasil y termina en Puerto Maldonado en Perú, siguiendo en paralelo la ruta de la carretera Interoceánica Sur. Esta ruta no afectaría reservas naturales ni tierras indígenas.
Opinión técnica de los sectores Ambiente y Cultura…
Las opiniones técnicas remitidas en octubre de 2015 desde los sectores Ambiente y Cultura a la Dirección General de Caminos y Ferrocarriles (DGCF) del Ministerio de Transportes, la entidad a cargo de la coordinación del grupo de expertos de Perú, coincidieron en determinar la inviabilidad de la propuesta de ruta «B».
El Viceministerio de Gestión Ambiental (VGA) del Ministerio del Ambiente y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) descartaron la ruta por atravesar por el Parque Nacional Sierra del Divisor, añadiendo la preocupación por el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera en Ucayali (Oficio N° 313-2015-VMGA/MINAM). Desde el Ministerio de Cultura, la Dirección General de Derechos de los Pueblos Indígenas (DGPI) consideró adicionalmente (Oficio N°258-2015-DGPI/VMI/MC) que la ruta atravesaría la Reserva Territorial Yavarí Tapiche, pudiendo afectar los derechos de los pueblos en aislamiento y contacto inicial.
Respecto al resto de alternativas las entidades se pronunciaron de manera diferenciada. El VGA y la DGPI determinaron viable la opción «P» al no comprometer áreas protegidas en el Perú. Por el contrario, SERNANP estimó como inviable la ruta al atravesar la Sierra del Divisor en Brasil al ingresar al país.
El VGA y SERNANP consideraron viables las rutas «C1» y «C2». No obstante observaron que al proponer seguir el curso de la carretera Interoceánica Norte en dirección hacia un puerto en la costa sugirieron evaluar variantes para no comprometer el Bosque de Protección (BP) Altomayo en la región San Martín. La evaluación de la DGPI coincidió con las anteriores, pero observaron en la ruta de la alternativa «C1» la presencia de comunidades nativas que podrían ser afectadas, indicando que en caso de elegirse la ruta correspondería realizar un proceso de consulta previa. (MIPR)
Cuatro de las cinco posibles rutas del ferrocarril Bioceánico Perú-Brasil atraviesan áreas naturales protegidas o reservas indígenas
