Con misa y sesión solemne se celebró el Día del Juez

– En la Corte Superior de Justicia de Loreto

Con la participación de jueces, trabajadores administrativos, autoridades invitadas y público asistente, ayer se celebró el Día del Juez en la Corte Superior de Justicia de Loreto.

A las 08:30 a.m. de ayer, en el frontis de la CSJLO, con el acompañamiento de la banda de músicos de la Región Militar del Oriente se izó el Pabellón Nacional; asimismo, se cantó el himno nacional que fue coreado por todos los asistentes.

 

Posteriormente, a las diez de la mañana en el auditorio de la CSJLO se ofició una misa en donde participaron todos los trabajadores y magistrados que fue oficiada por el sacerdote Raymundo Portelli, quien al inicio de sus ceremonia dijo: «señores jueces, ¿En qué están fallando?, deben ser su propio juez, que la palabra de Dios los ilumine si es que en algo están fallando, es la hora de cambiar».En esta ceremonia religiosa todos los asistentes participaron con fervor, además de escuchar con atención las reflexiones que hizo el sacerdote.

 

A las once de la mañana con la asistencia de las principales autoridades civiles y militares, así como de abogados, personal judicial de la CSJLO, e invitados, se realizó la sesión solemne en donde los asistentes pudieron escuchar el discurso de orden por parte del magistrado Javier Sologuren Anchante.

 

Sologuen Anchante en su alocución dijo esta es una fecha significativa para los que ejercemos la magistratura, por tal motivo a cada uno de los jueces honestos y comprometidos con el trabajo judicial, a los anónimos jueces cuyas vidas transcurren en sus despachos sin que sus rostros y nombres asomen en los medios de comunicación, a ellos les expreso mi saludo fraterno y sincero, mi reconocimiento y homenaje a esa difícil labor que realizan muchas veces en condiciones adversas contribuyendo con el sostenimiento del estado constitucional de derecho.

 

Debemos valorar que el Poder Judicial puede contribuir firmemente en su órbita a la consolidación del estado democrático. Ya no nos conformamos ni nosotros, ni la ciudadanía con Poderes Judiciales que dicten sentencias mecánicamente, el estado democrático actual no solo garantiza el sufragio, sino exige que la ciudadanía tenga las respuestas democráticas en el ejercicio de cada uno de sus funciones. En la actualidad el juez está muy lejos de ser la boca de la Ley, hoy el juez es esencialmente constitucional, la cultura jurídica y la política moderna han llevado a caracterizar al siglo XXI como el siglo de los jueces, y así como en un primer momento el eje de control pasaba por los parlamentos más tarde se trasladó a los Poderes Ejecutivos, ahora la atención está en el Poder Judicial, es decir es una suerte de logro cívico , pero también es un desafío y una responsabilidad y como tal debemos estar a la altura para afrontarla con inteligencia y con valor.

 

Es un error considerar a los jueces como árbitros finales de todas las cuestiones públicas, eso es una doctrina peligrosa, si embargo no significa auspiciar la inacción judicial de ninguna manera, significa afirmar que la acción judicial nunca tiene que sustituir a los poderes públicos y a las fuerzas públicas, si un juez sustituye al pueblo en este tipo de temas, es claramente un juez que cede constitucionalmente sus funciones.

 

Vivimos tiempos de cambio, no cabe duda y entre ellos el cambio de paradigmas de estado de derecho al estado constitucional de derecho el cual se fundamenta en la sujeción del juez a la Constitución, y por tanto en su papel de garante de los derechos fundamentales  constitucionalmente establecidos, donde radica la independencia del Poder Judicial.

 

Finalmente Sologuren dijo; no debemos dejar de recordar que actualmente no gozamos de aceptación mayoritaria de la ciudadanía, pero; el principio de la mayoría no se requiere para la legitimidad de la función judicial, que es la garantía de los derechos fundamentales tanto individuales como sociales, no solamente frente al Poder político sino frente a las mayorías que legitima la tarea del juez.

 

El juez tiene clara conciencia que su misión consiste en promover las bases de los miembros de la comunidad, de tal manera que le sea posible alcanzar el grado de unidad que fortalecerá al grupo, dando a sus miembros la seguridad y un destino común, el juez comprende que no hay posibilidad de encontrar la paz permanente, pero sabe que tiene la actitud de reducirlas. Termino recordando las frases de Simón Bolívar, «el ejercicio de la justicia, es el ejercicio de la libertad, hagamos triunfar la justicia y triunfará la libertad».

 

Al término de la sesión se realizó el brindis correspondiente. (WGN)