El crimen organizado, en sus diferentes modalidades está poniendo en jaque al país. Eso se da en todas las actividades, en todas las esferas sociales, habiéndose focalizado en funciones de gobierno, bandas de narcotraficantes, gavillas de maleantes asaltantes a mano armada, traficantes de personas, etc. entre los de mayor presencia en el submundo de la delincuencia.
Una de las actividades delictivas que más está haciendo daño a la colectividad peruana es el tráfico de billetes falsificados, especialmente de altas denominaciones, que, por falta de una masiva información en los sectores populares, ha hecho víctimas a personas humildes, a quienes los facinerosos han tomado de tontos útiles.
En esta misma edición, un alto funcionario del Banco Central de Reserva del Perú, advierte al pueblo, las características que se debe tener en cuenta cuando se recibe un billete, para comprobar que es legítimo y no una burda falsificación.
Los negocios de mercado y, hasta en los cajeros de bancos se han dado casos de que los incautos son birlados con billetes falsos de cien nuevos soles, que para ser repuestos por billetes originales tienen que pasar por un calvario de trámites desesperantes ante la necesidad de contar con el dinero.
En estos casos, la policía debería tener especial dedicación a fin de desbaratar estas bandas, comenzando por los locales donde se fabrican millones de billetes falsos que luego salen a ser distribuidos en todo el Perú, con las consecuencias que todos conocemos.
Más cuidado cuando haga alguna transacción comercial, fíjese bien en la calidad del billete que está recibiendo para que no se lleve una mala experiencia.