“Nos defenderemos con nuestras armas”, es el grito de cerca de 300 pobladores que bloquean el río Curaray, impidiendo las actividades petroleras del Lote 67, en el marco del paro amazónico exigiendo entre otros puntos, mejores condiciones de salud, educación y proyectos agrícolas.
En ese contexto social el apu Beltrán Sandi, presidente de FECONCU, advirtió que si el gobierno central intenta despejar el bloqueo del tránsito en el río Curay, los manifestantes responderán con armas. Si es que la Marina de Guerra viene a querer desactivar a la mala, la población, “lastimosamente, tendremos que agarrar nuestras armas para poder defendernos”, advirtió.
A todas luces la situación es delicada, es que se fueron acumulando las promesas incumplidas por parte del Estado, así como también el poco entendimiento o falta de tolerancia de ciertas federaciones indígenas respecto a los procedimientos administrativos del Estado.
Esto y mucho más deben sentarse a conversar, pero con la postura de diálogo en base a las leyes y normas que rigen el país, o en las adecuaciones que podrían surgir y gestionarse, para que se puedan cumplir demandas históricas de los pueblos.
El problema se agudiza cuando se da una especie de diálogo de sordos y la balanza no se inclina hacia ningún lado y se descontrola, entonces se pierde el equilibrio de razones, entonces se entrampan las posibles soluciones.
Un tema es, por ejemplo, el dinero para los expedientes técnicos de obras proceda del gobierno nacional o de la empresa petrolera, debe ser canalizada por las municipalidades o gorel, según sea el caso, y no por las federaciones indígenas que no es su competencia, más sí pueden participar en el seguimiento y supervisión a los procesos.
Los indígenas de esta zona de la Amazonía desde hace varios años han expresado y demostrado como les viene afectando las actividades extractivas del petróleo y buscan la atención del Estado. Sus pedidos son tener mejores postas de salud, con médicos y medicamentos; escuelas con infraestructura adecuada y apoyo en proyectos de agricultura que no solo les permitan sembrar y cosechar productos como el cacao, sino tener un mercado nacional o internacional para vender.
El apu Beltrán Sandi anunció que, a casi un mes de la radicalización de su lucha, no están conformes con que una comisión del Gobierno Regional y la Defensoría del Pueblo hayan llegado a la zona de conflicto, al considerar que no es de alto nivel, por lo que está incompleta la comitiva.
Armas indígenas
