En la actualidad se les nombra como los adultos mayores, los de la tercera edad o los abuelos y abuelas, a quienes están por encima de los 60 años, pero, habría que agregar un término más aleccionador, y es que podemos denominarles también como “los empoderados (as)”.
Lo que pasa es que hace unas dos décadas que las personas adultas mayores estaban condenadas al olvido, al descrédito, al abandono, a empezar a vegetar sin valorarlos, a pasar al cuartel de otoño como también suele escucharse y hasta ser mirados como si no valieran, como un estorbo, y una larga lista de ofensas.
Pero, por supuesto que no todos y todas tienen la misma triste realidad, hay muchas familias responsables que atienden a sus adultos mayores con la atención material, amor y respeto que se merecen, al margen de situaciones difíciles que pueden haber llevado en sus vidas, errores que nadie está libre de cometerlos y que no pueden significar motivo de maltrato y abandono.
Los cristianos deben tener muy claro lo que dicen uno de los Mandamientos “honrarás a tu padre y a tu madre”, lo que no precisamente sucede, muy a pesar que son asiduos presentes en las misas y otras celebraciones religiosas en nombre de Jesús. Lamentablemente no es un tema de creencias, en la práctica es un tema se sensibilidad de las personas.
Esto decimos como preámbulo a señalar que ayer se ha conmemorado el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a las Personas Adultas Mayores, y muchos de ellos y ellas no dudaron en expresar su rechazo al trato que reciben incluso de entidades que durante su juventud y adultez dieron de su esfuerzo y cariño.
Ellos y ellas empoderados exigieron que se respeten todos sus derechos y al mismo tiempo, exigen buen trato y respeto.
Tienen derecho a ser aceptados en el entorno social con el respeto que se merecen y no incluso ser víctimas de burlas por la forma cómo se van perdiendo sus fuerzas y sean dejados de lado para desempeñarse en diversas actividades en el marco de sus posibilidades. Hay muchos aspectos que tener en cuenta y se espera que cada vez más nos sensibilicemos y les brindemos mejor calidad de vida.