-Vive así desde los tres días de nacida
La señora Rosana Rodríguez Gómez, desde hace catorce años viene cargando la cruz de tener a su hijita Jenifer Ruiz Rodríguez con parálisis cerebral, y así transcurre y transcurrirá su vida hasta que Dios decida.
A los tres días de nacida, Jenifer sufrió de fuertes fiebres en su natal Juanjui que no fue atendida con la debida importancia. A raíz de eso, la enfermedad chocó a su cerebro. La mamá no sabía qué hacer, y cuando llega a Iquitos con el padre de la niña por motivos laborales, le dicen recién que se trataba de una parálisis cerebral.
Desde la esa vez, la niña no habla y no puede moverse. Todo el día para en silla de ruedas movilizada por su humilde madre y, para variar, Jenifer se quedó sin padre pues a ella y a su mamá las abandonó.
La señora, para poder subsistir, vende galletas, golosinas y aretitos en las esquinas de las calles Condamine con Yavarí en el Banco de la Nación. Ahí, al costado de sus productos, se encuentra la niña porque ella no la deja sola por nada del mundo.
«Cuando se cansa de estar sentada tengo que amarcarla, es algo a lo que ya me acostumbré pero de todas maneras necesito mucha ayuda. Actualmente estoy viviendo en un cuarto de una familia por Bellavista Nanay, allá por donde está inundado. Ya se imagina cómo sufrimos para poder ingresar y salir de ese lugar», nos cuenta la mamá al borde del llanto.
Lo que Rosana Rodríguez requiere con urgencia, es ayuda en alguna clínica local para la terapia de la niña porque, aunque tal vez nunca se cure totalmente, algo se podría hacer. También necesita de alimentos especiales y vitaminas pues se le vio muy delicada nutricionalmente hablando.
Cualquier ayuda a Jenifer, le pueden ubicar junto a su mamá en las afueras del Banco de la Nación. No olvidemos nunca que el mundo da vueltas. (GLP)