Realizaron diversas gestiones, marcha de protesta y hasta una lucha callejera en la ciudad de Lima frente a las autoridades nacionales, para que los miembros de la asociación de armadores de Loreto, consiguieran que en el tema de peaje no les midan con la misma vara que a los navieros del mar.
Un buen tiempo ha funcionado, pero el pasado 21 de enero del presente año la Autoridad Portuaria Nacional, dispuso el cobro a toda embarcación menor de 500 unidades de arqueo bruto. Se está hablando de deslizadores, bote motores, peque peques y otras embarcaciones artesanales. Si bien no los ponen en el nivel del transporte marítimo, es una medida que ha sorprendido a los armadores loretanos, que han sentido como el peaje del atropello.
El reclamo de los lancheros o transportistas fluviales se inició desde Nauta, puesto que les estaban cobrando por despacho 240 soles y por recepción 241 soles, lo que fue la detonante para la asociación de armadores que anunció emprenderá una nueva lucha.
“Esto es un atentado contra la economía loretana” ha dicho la representante y gerente de la asociación de Armadores de Loreto y ex prefecta de Loreto, Carmen Núñez, que recuerda que el transporte de la carga subirá de precio, los pasajes también.
Es una cadena que afectará a los productos alimenticios y otros, que subirán de precio, explicó Núñez. Al final quien paga los “platos rotos” es el consumidor final que es la población loretana.
A caso, tiene razones válidas la autoridad portuaria para hacer estos cobros que estaban prácticamente suspendidos. Parece que no. Usó el factor sorpresa. Pareciera la figura del canibalismo de “sacar dinero” como sea, primó. En lugar de ello deberían estar vigilantes a que las embarcaciones brinden un mejor servicio a los usuarios, sobre todo en el tema de seguridad fluvial. Se espera explicaciones razonables.