Dos asentamientos humanos de Punchana viven expuestos a un basural

  • Se alimenta con residuos del camal municipal y EsSalud Están en una lucha legal


La población mestiza e indígena de dos asentamientos humanos del distrito loretano de Punchana afectada por un extenso basural, continúa su lucha legal por acceder a servicios básicos.
Pese a que la justicia les dio la razón en primera instancia y ordenó que les pongan agua y desagüe, la sentencia fue revocada por la Sala Civil de Loreto con un cuestionado argumento.
Esta decisión fue apelada y el caso ha pasado al Tribunal Constitucional (TC), que deberá dirimir sobre el futuro de la salud y la vida de esta población que se siente olvidada.
Los afectados por el extenso basural forman parte de los asentamientos humanos Iván Vásquez y 21 de setiembre, localizados en el distrito de Punchana, provincia de Maynas, región Loreto.
El basural que los afecta y con el que conviven se alimenta de los residuos sólidos y clínicos que el camal del municipio de Punchana y EsSalud vierten, respectivamente, sin tratamiento ni autorización.
Esta situación los ha llevado a estar expuestos a una “alta contaminación ambiental”, advertida por la antropóloga especializada en temas de salud Susana Ramírez, que realizó un informe al respecto.
“La esperanza de vida en estos asentamientos, se ve afectada por las condiciones de salud de sus habitantes que viven aguantado el fuerte olor que se desprende de la alcantarilla y los tóxicos que segrega”, determinó Ramírez.
Un segundo informe, elaborado por ingenieros en gestión ambiental, constató la situación de los asentamientos humanos y concluyó que los vertidos “representarían un foco infeccioso de enfermedades”.
Esto, “debido a las condiciones de insalubridad y las consecuencias que su sola presencia acarrea”, apuntaron en el estudio Magaly Paredes, Victoria Espinoza y Giorly Machuca.
Las consecuencias se dejan ver entre la población que, al ser encuestada como parte de un peritaje antropológico, coincidió en que las enfermedades estomacales (diarreas, vómitos y cólicos) son recurrentes.
Esto, debido a la falta de acceso al agua potable, la falta de desagüe, la exposición al alcantarillado abierto que permite la proliferación de coliformes fecales, bacterias, hongos y otros componentes.
El peritaje también identificó que existen afectaciones en la piel entre la población (heridas, angochupos, comezón, etc), “producidos por las bacterias que se asientan en el sedimento formado por la alcantarilla”.