No tienen infraestructura adecuada para su estadía de varios meses.
De su sueldo tienen que comprar horas de Internet para cumplir con su trabajo.
Mientras que, en Brasil, Ecuador y Colombia, el Estado les brinda gran apoyo a los docentes.
Una persona puede ir una vez a El Estrecho/Putumayo, puede volver en 5 años, en 10 o 30 años y los ambientes que les dan a los maestros que van desde otras zonas a trabajar a esa provincia, siguen igualitos. Aunque no, igual en forma, pero en el fondo mucho más viejos, a punto de caerse.
Una pieza donde pueden poner una pequeña cama o hamaca. De lo contrario un colchón en el piso. Ahí mismo, separados por una cortina de plástico, están los utensilios para la cocina. En una mesita donde comen, tienen que preparar sus clases. Y si necesitan de Internet, tienen que comprar Internet por horas.
En la zona se pudo conversar con el profesor Adriano Vela Isuiza, especializado en computación e informática. Nos cuenta que desde agosto más o menos ya dan clases semipresenciales, lo que ha mejorado en algo el rendimiento de los alumnos.
“La pandemia ha afectado mucho a la educación, así como a tantos otros sectores. En agosto se dio la semipresencialidad, algo es algo para mejorar la educación. Ahora estamos haciendo un consolidado de todo lo trabajado.
No se ha jalado a ningún alumno, tratamos que más bien pueda fortalecer sus capacidades. Es muy difícil enseñar acá. Cuando necesitamos Internet, tenemos que ir a un local privado que da la hora a 5 soles.
A veces nos dan 10 o 15 soles. El Estado debería darnos, pero nada. Se ha solicitado a la DREL, también a la UGEL del Putumayo, pero nada. Desde Iquitos nos dijeron que se había acabado el contrato con la empresa, que para el próximo año será” cuenta el maestro.
Pasan los años y ustedes siguen en los mismos ambientes, a pesar que están en frontera ¿nadie los puede ayudar?
-Nadie. Sentimos envidia de los colegas de los países vecinos como Colombia, Brasil y Ecuador. El Estado les da todas las comodidades, les dan víveres para que estén bien nutridos. Un bono significativo por enseñar en frontera. Internet gratis, nosotros nada.
Eso preocupa porque si no se invierte en educación, de qué desarrollo a futuro vamos a hablar. Por acá muchos jóvenes se inclinan a tomar alcohol porque no tienen otras expectativas, los captan, los llevan a hacer otras actividades. No hay proyectos en el Putumayo que motiven a sus jóvenes.