Por: Gabel Daniel Sotil García
Profesor principal de la Universidad Nacional
de la Amazonía Peruana (UNAP)
Con el lema «El agua y el empleo» en el presente año se conmemora el DÍA MUNDIAL DEL AGUA», fecha destinada a «… destacar la función esencial del agua y propiciar mejoras para la población mundial que sufre de problemas relacionados con el agua. Es un día para debatir cómo debemos gestionar los recursos hídricos en el futuro. En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas lo designó como Día Mundial del Agua. Han pasado 23 años y se sigue celebrando en todo el mundo».
Y es que cada vez se hace más necesaria esta conmemoración por los problemas relacionados con este elemento vital para la humanidad, en especial, en nuestra región amazónica donde, no obstante, la tenemos en abundancia, la acción social es el factor de donde provienen las diversas y graves amenazas que afronta.
Si bien dicha consigna ha sido determinada por la FAO, sobre la base de los problemas globales, tenemos que concordar que para nosotros, en esta región amazónica, tenemos muchos otros problemas a los que debemos darles prioridad, dado el especial significado que tiene el agua, pues, a diferencia de otras partes del mundo, tenemos agua en abundancia por nuestras características ecológicas; sin embargo, es nuestra situación sociopolítica, económica y cultural de donde provienen los factores que tipifican los problemas más graves.
Es decir que, teniendo agua en cantidad excepcional en ríos, tahuampas, quebradas y cochas, que aseguran una presencia multiforme en todo el ámbito selvático; sin embargo, no tiene la calidad que requerimos para que sea un elemento dinamizador de nuestra vida y coadyuvante de nuestras actividades geoecológicas, sociales y económicas que aseguren nuestro desarrollo sostenible.
Por ello es que se hace necesario reflexionar, profundamente, en nuestra actuación social como grupo humano, para cambiar algunos de los patrones de comportamiento que hemos venido adoptando respecto de este elemento que, según dicen los estudios científicos, menos de un 3% está a nuestra disposición para ser consumido en el nivel mundial.
En el caso de nuestra región, es necesario destacar que el AGUA tiene un especial significado en la cosmovisión de los pueblos indígenas u originarios. Sin embargo, es desde las dos últimas décadas del siglo XX y hasta el presente que se vienen acentuando los factores que atentan contra este líquido elemento, de tal manera que, en estos momentos, podemos decir que los principales problemas que afronta el agua en nuestra región son:
– Contaminación por acción de los núcleos poblacionales ribereños que arrojan sus desechos líquidos y sólidos a los cursos de los ríos, sin ningún procesamiento. Diversas aguas servidas con residuos fecales, detergentes, lubricantes y residuos plásticos, metálicos, etc. van a parar a nuestros ríos, procedentes de las ciudades, pueblos y comunidades, cuyas autoridades todavía consideran que ríos y cochas son receptáculos para los desechos sociales.
– Por su parte, las empresas extractoras de petróleo, aplicando una tecnología obsoleta, habiendo procedimientos de última generación, contribuyen grandemente con la contaminación, sea por las aguas residuales como por los derrames de crudo que destruyen toda vida acuática y terrestre, envenenando los caudales de quebradas, ríos y cochas de nuestra región, causando graves problemas sociales, sanitarios y de alimentación que se constituyen en uno de los contaminantes más poderosos en los actuales momentos.
– La extracción del oro aluvial, sedimentado en los lechos de nuestros ríos, significa una de las peores agresiones a los caudales ribereños, pues las dragas arrojan grandes cantidades de mercurio, contaminando las aguas donde es absorbido por los peces de consumo humano, con las graves consecuencias científicamente ya identificadas en el ser humano.
– Por su parte, el narcotráfico, de imparable crecimiento en nuestra región, aporta al agravamiento de la contaminación de nuestras aguas, pues las sustancias químicas, indispensables para el procesamiento de las materias primas con las que se produce la droga, van a parar en los flujos de agua que, finalmente engrosan los caudales de los grandes ríos.
– La tala indiscriminada de los bosques que se requiere para el cambio de uso del suelo amazónico, es otro factor de contaminación, pues los suelos desprotegidos, con las torrenciales lluvias posibilitan el arrastre de sustancias hacia los cursos de los ríos y cochas, afectando así la calidad de las aguas.
Es esta una apretada síntesis, desde nuestro punto de vista, de los factores que vienen atentando contra la calidad de las abundantes aguas que hacen de la región Omagua, una de las regiones de nuestro planeta con mayor presencia de AGUA.
Hagamos, pues, que este DÍA MUNDIAL DEL AGUA, sea una oportunidad para reflexionar y tomar decisiones pertinentes a fin de contribuir con comportamientos que garanticen contar, para fines sociales, con el AGUA DE CALIDAD que requerimos para nuestra vida.