Ocurre que en estos momentos, en el mundo entero, para nadie es un secreto, que el planeta viene experimentado una serie de trastornos climáticos, todos ellos conducentes a una seria crisis ambiental de posibles funestas consecuencias, ya que debido a tales cambios se viene presentado sequías, heladas, huracanes e inundaciones que afectan el normal desarrollo de la vida.
Se asegura que dichos cambios, es preciso decirlo, son consecuencia de la actividad humana, anotándose en primer lugar el calentamiento global, tal como lo dijimos en nota anterior, muy ligado al efecto invernadero, cosa sostenida por los científicos que estudian el problema y que han determinado que el aumento de la temperatura es producto de las emisiones de los gases llamados de efecto invernadero, entre ellos el dióxido de carbono (CO2), metano, oxigeno nitroso y tres gases fluorados que son altamente contaminantes.
Casi la generalidad de los estudiosos del fenómeno asegura que los efectos del calentamiento de la tierra ya tiene y seguirá teniendo repercusiones negativas en la salud humana y en la economía, además de diversas características biológicas del planeta.
Así tenemos que como efecto del citado fenómeno, se predice que existirá una exagerada falta de agua dulce y por lo tanto de agua potable, incidiendo esto en las condiciones de la producción de alimentos, acompañando a esto un alto índice de mortalidad motivados por serios trastornos atmosféricos.
Realmente todo indica que la modificación del clima, obligará a las personas a cambiar de localidad para no ser presa de los desastres naturales y poder desarrollarse en temperaturas adecuadas. No debe dejarse de lado la posibilidad casi segura de una elevación del nivel de las aguas de los océanos, por efecto de la disminución de los casquetes polares y de numerosos glaciares. En cuanto a la fauna, se prevé que algunas especies emigrarán y otras se multiplicarían según el caso.
Ante todo esto ¿qué hacer?, se asegura que varios países ya han empezado a aplicar ciertos correctivos para hacer frente a la amenaza, contándose entre tales medidas, la adopción de los acuerdos de Kyoto, de 1997, cuyo protocolo está considerado como el primer esfuerzo mundial con miras a reducir los gases contaminantes que agudizan el efecto invernadero que guarda estrecha relación con el calentamiento global. Aquí debe precisarse que el representante de los Estados Unidos, país que emite el 36.1 % de las emisiones negativas, se negó a firmar el protocolo de Kyoto, alegando que las medidas a aplicarse dañarían la economía de su país, no obstante durante el debate se comprometió a eliminar el 6 % de sus emisiones a partir del 2011. No hay información de si ha cumplido o no con tal promesa.
Obviamente los encargados de lograr una valla defensiva para el planeta, señalan que depende del cumplimiento de las metas establecidas y la puesta en práctica de las herramientas que ayudan a este objetivo, entre ellos los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) para predecir si los días de nuestro planeta aún seguirán por muchos milenios más.