La ciudadanía lo pide en todos los idiomas, hasta con su silencio y mirada indignada, porque al no avanzar con la celeridad necesaria las obras que se vienen realizando en diferentes sectores de la ciudad de Iquitos con sus cuatro distritos, la reactivación económica no se activará.
Ello estaba sucediendo hasta que las obras constructivas como en el caso del centro histórico de Iquitos que, si bien le dará una buena imagen de infraestructura cuando se termine la obra y se haya cumplido con el expediente técnico, bajo ningún motivo deben estar paralizadas.
Se argumenta que se retrasa porque otra entidad no cumple con un proceso de autorización, tal vez estaba en los imprevistos del proyecto, pero es una negligencia no haberlo visualizado y así no se estaría perjudicando a los negocios que se ubican en esa parte céntrica y turística de Iquitos.
Tener las calles en el estado en que se encuentran en deprimente, más cuando se observa jóvenes que se sientan en la media pista a consumir productos como la pasta básica de cocaína y más que todo marihuana, ocasionando malestar entre quienes transitan por las calles Raimondi, Pebas y Loreto, principalmente.
En estos días están las obras por la calle Morona y por Arica entre Ricardo Palma y San Martín, picando la pista y cerrando el paso de los vehículos, de forma diaria o por horas, que en algún modo permite que la tugurización y el mal tránsito vehicular no llegue a estresar.
Los responsables de estos proyectos deben de considerar que las obras que realizan trae un perjuicio por las obstrucciones que se generan para que la gente se desplace y por supuesto en el fluido del tránsito vehicular, por lo que tienen la obligación de cumplir con los plazos establecidos de acuerdo al expediente técnico. Es notorio que, por no tener a vecinos organizados, la ciudadanía no se está haciendo respetar.