PIOJOS DE ÁRBOLES QUE MATAN.

Esta es la tercera vez que mediante este medio alertamos a las autoridades y culpamos a ellas por no disponer que se corten esos árboles importados llamados «ficus», mi madre le dice retaquillo. Estos árboles son hospederos de unos animalitos que parecen microscópicos y que se propagan como las ratas (no las que usted se imagina), sino los roedores animales y de pronto ingresan al ojo del motociclista o motocarrista y según los atacados quema de tal manera que te quita la visión y ya han ocurrido accidentes terribles. Acaba de llegar a la redacción una de las experimentadas periodistas a comentarnos que acaba de ocurrirle un ataque de este piojo que casi le hace chocar contra un carro. Por eso señor conductor, maneje con lentes protectores, porque si insisto en que se corten estos árboles que albergan potenciales insectos criminales, me van a señalar como anti ambientalista o arboricida. Ya le ocurrió esto al Ing. Jiménez Huapaya, asesor del gobierno regional de Loreto, justo en la zona donde yo estaba parado. A mí me sucedió como pasajero de un motocarro en el paralelo en que se encuentra el colegio del CNI, el insecto ingresó al ojo del conductor y fuimos a parar a un pequeño caño. Ya pues, señores ambientalistas hagan cumplir la ley general del ambiente y busquen al que sembró estos árboles sin estudios de impacto ambiental. Es una planta del extranjero y esto está prohibido traer sin autorización o certificación ambiental. ¿Harán algo nuestros amigos? O ¿esperan que muera uno o más motociclistas?

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DEBEN INFORMAR ADECUADA Y OPORTUNAMENTE, Y EDUCAR QUE ES LO IMPORTANTE. Hace dos semanas una sobrinita curiosa llegó de la zona norte de la selva amazónica y dice que en su comunidad escuchó por un medio de comunicación radial que un experto en pesquería, según propias declaraciones, decía que se está vendiendo peces envenenados en el mercado de belén. Mi sobrina que es una estudiosa me preguntó: tío ¿se dice peces o pescados? Hija voy a preguntar a los científicos pesqueros del IIAP, de Produce o del gobierno regional, ellos saben más que yo. Averigüé y lo que yo sabía se confirmó por intermedio de estos profesionales, es que se dice peces cuando están en el agua, vivos y coleando, y pescados cuando ya están en la mesa de venta. Por eso se dice estás frito pescadito. Ahora tío, responde, tú dizqué eras un gran biólogo, escuché que el mismo personaje decía por radio que en el verano de hace cinco años se murieron todos los peces de nuestros ríos y quebradas. ¿Todos? Le contesté, sí tío, aquí tengo la grabación. No puede ser tío, si se hubiesen muertos todos, cómo es que ahora hay peces y existen peces después de esa vaciante. Hija, voy a preguntar de nuevo a los científicos del IIAP. Y cierto era lo que recordaba mi memoria y lo que el sentido común de la niña expresaba: el experimentado pesquero que declaró por radio se equivocó con una ignorancia de concepto: habrá una alta mortalidad, pero los peces como todas las especies tienen la habilidad para adaptarse a condiciones adversas (ley de Charles Darwin), los más fuertes y hábiles sobreviven y es posible que los elegidos hayan salvado sus genes buscando ambientes adecuados antes de la gran vaciante que habló el señor. Se refugiaron en algún sitio, huyeron a otra parte, y regresaron después a los ambientes acuáticos en que viven, a eso le llaman también resilencia, hija le contesté. Ah tío, eres un trome, me contestó la sobrina curiosa. No hija, si no sabes pregunta y para eso están los especialistas en el gorel, en produce y en el IIAP.