“Dirigente es un sinvergüenza porque nadie lo ha elegido”

  • Expresó maestro Héctor Iturregui Muro, cuestionando al secretario del Suter/Loreto. 

“Miranda está excluyendo a los maestros, el Sutep de antes estaría mejor que el de ahora. Las asambleas eran abiertas no eran para hacer planes de contingencia. Cuando se toman acciones se convoca a los delegados y se emiten los acuerdos asumidos, acá no hubo nada”, expresó Héctor Iturregui.
¿Por qué pide que el secretario del Suter salga de esa designación?
-Pedimos que dé un paso al costado porque ese señor no es dirigente, no ha sido elegido democráticamente a través del JNE o a través de los maestros un voto, como decimos siempre. Así debe ser la democracia para elegir a los representantes de la región y a quien va a liderar como secretario o secretaria del Suter/Loreto.
Él fue elegido en la coyuntura de la huelga y la huelga ya acabó, lo que queremos ahora es formalizarnos. Que haya un documento en Registros Públicos donde se reconoce al secretario general y que los maestros lo hayan elegido. No venir acá y decir “yo soy dirigente” como acabo de escuchar a Achata, indicando que antes era de la Unap, pero que ahora es dirigente. ¿Quiénes los han elegido a esos señores? Ningún maestro.
Convoco a los maestros a pronunciarnos. Hemos venido varios a la asamblea en el colegio “María Parado de Bellido” y no nos han dejado entrar. A mí me han dejado fuera de la asamblea, eso es dictadura porque Miranda quiere quedarse, quiere enquistarse y que lo reconozcan como secretario general del Suter Loreto, cuando él nunca ha sido elegido por nadie.

¿Qué acciones tomarán?
-Queremos que nos muestren cuál ha sido el documento que ellos han aportado para que sean reconocidos legalmente, cuándo hubo elecciones, en que día se convocaron, qué listas se han presentado ¿o han sido elecciones fantasmas? Nadie invitó para elegir a ese sinvergüenza. Y lo puedo decir con todas sus letras porque él sigue diciendo que lo han reconocido, pero quién le ha dado un voto al señor, nadie. Pedimos a la Ugel y la Drel, que no se dejen engañar más.