– Religiosa María de Los Ángeles Bernardo Paniagua

Diariamente se le ve caminar por las calles de Nauta y con sus pequeños pasos concurre al CENCA, donde es casi como un ícono dentro de los fieles que concurren para rezar a la Virgen Rosa Mística. Con su hablar pausado por el paso de los años, pero con una energía que motiva como si fuera el año 1969 cuando llegó al pueblo de Nauta. Nos indica que casi nunca concedió entrevista a medio de comunicación alguna, pero esta vez hace la excepción y nos dice, siento mucha gratitud de estar diariamente con personas de diferentes culturas, eso es algo grande que nos alegra a cada uno de nosotros. El valor más grande es trabajar con personas de diferentes culturas y de diferentes pensamientos, por lo que creo que es importante la conversación.
Nunca hemos programado ni pensado lo que estamos viendo, que cada día haya más fieles que llegan para ver a la Virgen, me siento bien y me alegro por las personas que llegan, quienes comparten sus experiencias con el canto de los pajaritos, el respirar aire puro. Soy española de nacimiento pero nautina de corazón, llegué a América el año 1955 (Colombia) y el año 1969 llegué a Nauta donde estoy 45 años trabajando siempre con la misma energía que llegué.
No todos los pueblos en el mundo, tenemos el mismo camino, es por eso que para las vocaciones religiosas hay que tener mucha calma, mucha paciencia, mucha humildad, nos sentimos orgullosas que nuestra labor religiosa sea fructífera con el tiempo, sobre todo en las comunidades nativas de la provincia de Nauta, destacó con la fortaleza característica en ella.
A mí me ha sostenido las actitudes que tenemos como consagradas, como es la obediencia, la pobreza y la castidad;, esos tres clavos, viviéndolas, yo siempre he obedecido, nunca he pedido, me gusta mucho la selva y la adaptación ha sido fácil por Dios que me ha dado esa facilidad, por darme una forma de vida diferente a la mía.
Con relación a la virgen Rosa Mística, dijo, cada día llegan de todas partes del mundo para rezar. Las personas que vienen son un mensaje para mí y eso me alegra.
Me siento orgullosa de seguir trabajando con los jóvenes de Nauta a quienes les apoyamos en lo que podemos con la misión, vamos a seguir así hasta que Dios decida sobre nuestras vidas, enfatizó. (W.Gil)





