Casi todos los colegios del Estado han cubierto sus vacantes en todos los grados para el turno de la mañana, ello debido a que muchos estudiantes de colegios privados fueron trasladados durante la pandemia por diversas razones, entre ellas la economía afectada y pensiones que se mantenían a pesar que se trataba de clases virtuales.
Esta gran cantidad de alumnado se pudo notar el año pasado, al punto que en varios colegios los padres y madres de familia tuvieron que adquirir las mesitas y sillas de sus hijos e hijas, para que tengan donde sentarse ante la falta de carpetas.
Las necesidades en las instituciones educativas van más allá del mobiliario que es muy importante, pero el tema de la infraestructura y en general el ambiente acogedor para los aprendizajes es calamitoso, como el caso del colegio Rosa Agustina, cuyo término de construcción es incierto.
Respecto al ambiente que debe recibir a los estudiantes la segunda semana de marzo, es un tema que debe motivar una supervisión desde el inicio, vale decir desde el momento que los directores y directoras de las instituciones educativas reciben el dinero por mantenimiento escolar del ministerio de Educación. Tiene que haber un control más efectivo con el apoyo de los padres, madres, líderes, dirigentes, autoridades comunales, entre otras personalidades. Y la intervención oportuna de las autoridades educativas.
El sector Educación no debe esperar pasivamente que los responsables de recibir el monto para mantenimiento y acondicionamiento de locales, hagan llegar sus rendiciones para recién verificar qué hicieron o que no hicieron con ese presupuesto. Y de ser detectados, el mecanismo de devolución debe ser en tiempo corto, tal vez así, se corrijan de cometer estos ilícitos, que duele y avergüenza tenga como autores a ciertos docentes.
Se hace necesario estar en alerta máxima, porque nuestros hijos e hijas merecen recibir lo que el Estado les pueda brindar, para gozar de ambientes agradables que incluyan un buen servicio de agua, saneamiento y electricidad. Y es que el ministerio de Educación para ese propósito cuenta con 295 millones de soles para este 2023, en el objetivo de mejorar la calidad educativa.
En nuestro trajinar hemos visto colegios deteriorados, sin la prestancia de un buen pintado, la iluminación en las aulas también es una preocupación, así como la oxigenación adecuada con ventanas que permitan el pase de aire y que nuestros niños no se sofoquen disminuyendo su capacitad de atención a la clase. El dinero del mantenimiento de la infraestructura escolar es para dichas mejoras. Directoras (res) cumplan con honestidad, y vaya las felicitaciones para quienes sí lo hacen.
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Colegios deteriorados
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