La conectividad entre ciudades, pueblos y comunidades, es una de las bases indiscutibles para el desarrollo, y en nuestra realidad como en muchas otras del mundo estos enlaces viales se tienen que dar de diversas formas compartidas o como le conocen en el lenguaje del transporte: vías multimodales.
Las vías multimodales son rutas que combinan diferentes modos de transporte para mover mercancías o materiales. El objetivo es realizar las operaciones de trasbordo de manera más rápida y eficiente. El transporte multimodal se caracteriza por utilizar más de un medio de transporte, como el terrestre, marítimo, fluvial o aéreo.
En esa idea las carreteras que se han construido en Loreto, lo poco que tenemos como carreteras no han logrado en su integridad esa utilidad multimodal, por diversas razones. En el caso del trazo de la carretera Santo Tomás frente a Bellavista (Iquitos) hacia Mazán, se ha quedado frustrada la ruta.
Esto se explica porque se tiene al Puente Nanay desde la ciudad de Iquitos, que cruza y llega a Santo Tomás, pero de ahí hacia Mazán no se ha realizado la vía asfaltada que le dará la continuidad, y sigue posterior enlace fluvial hacia otros poblados del río Napo, hasta el punto de otra carretera que llegará hasta la ciudad de San Antonio de El Estrecho, río Putumayo.
Así se cumplirá la vía multimodal, pero poco se ha dicho sobre el tramo carretero Santo Tomás –Mazán. Mientras el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ya ha oficializado dentro de su cartera de proyectos la construcción de la nueva Carretera Central que une costa y sierra básicamente.
Eso nos parece bien, por supuesto, pero no quita nuestra preocupación por la lentitud con que se proyectan obras que permitirán vías multimodales en nuestra región Loreto, como es el caso del tramo a Mazán ya mencionado que debió seguir de inmediato, una vez que se concluyó el impresionante Puente Nanay, pero quedó incompleto en la utilidad de su ruta.
Vía multimodal pendiente
