De un solo grito un vecino de la cuadra siete de la calle Ricardo Palma, hizo huir a un grupo de delincuentes que pretendían robar una hélice de lancha valorizada en más de diez mil dólares.
Este hecho se registró ayer en horas de la madrugada. Tres motocarros con cuatro personas cada uno llegaron hasta la cuadra siete de la calle Ricardo Palma y en cuestión de minutos, ingresaron a un taller naviero, cuando estaban a punto de sacar la gigantesca hélice hecha de cobre, un vecino del lugar se percató del hecho, por lo que empezó a gritar, llamado a sus vecinos.
Esto asustó a los delincuentes, quienes al verse descubiertos, salieron despavoridos del taller dejando la hélice para luego embarcarse en los motocarros y huir.
Enterado de lo ocurrido, llegó hasta el lugar el dueño del taller, quien dijo que debido a unos arreglos que viene realizando su puerta al parecer no fue cerrada adecuadamente ya que los delincuentes no la violentaron, y que existe la posibilidad que una persona que trabaja en el lugar sea cómplice de los ladrones. (G.Ross)