Una muerte extraña que debe investigarse a fondo

*El último viernes falleció el nieto de 6 años del ex presidente del frente patriótico de Loreto, Prof. Eloy Pizango.

Favio André Vásquez Pizango, estuvo feliz con sus amiguitos del colegio “Divino Niño Jesús”, ubicado en Pampa Chica. Era un integrante más de la promoción de nivel inicial. A las 11 de la mañana ya estaba en su casa jugando con su abuelito Eloy. Sano, sonriente, sabía que se acercaba la Navidad.

A eso de las 2 de la tarde, luego de tomar un vaso de yogurt, empezó a vomitar. Se calmó un poco. Sus padres llegaron y vieron al niño un poco descompensado. Eloy con la abuelita del niño, les contaron lo que había pasado. 

Sus padres llevan al niño a la Clínica Ana Sthal, después de tenerlo dos horas y media ahí, le dicen que no hay pediatra y hacen coordinaciones para transferirlo al hospital regional. En el hospital lo ve un interno, la enfermera. El niño seguía debilitándose y nadie tenía un diagnóstico.

El personal fue a llamar al pediatra, que sí estaba en el hospital, pero no se acercó a ver al niño de 6 años, con toda una vida por delante. Lo tuvieron con una vía, sin que un profesional capacitado lo evalúe. A las 4 de la madrugada Favio André, falleció.

Una negligencia y más que eso, una indolencia descomunal a veces es la que se experimente al interior de los establecimientos de salud. ¿Cómo es posible que en la clínica después de 2 horas les digan que no tenían pediatra? ¿Y cómo en el hospital, habiendo pediatra, éste no se dignó en atender al pequeño paciente?   

“Mi nieto estaba sano, solo el vómito. No tenía fiebre, no tenía dolor de cabeza, porque un niño de 6 años ya se comunica, ya dice qué le duele. Y él no decía nada de dolor, era el vómito nomás. El pediatra si lo hubiera atendido habría sacado un diagnóstico, pero no lo atendió.

¿Cómo es posible que en una clínica que cobran caro, después de dos horas digan que no tienen pediatra? Y en el regional, habiendo pediatra, éste no se haya ido a ver al pequeño. Es sorprendente e indignante todo esto, nos han quebrado de dolor en estas fiestas de Navidad.

Yo pido que se investigue el caso hasta el final, se incida en la inoperancia de los dos establecimientos médicos y se deslinde responsabilidades. En la autopsia que le practicaron, sale que murió por insuficiencia respiratoria. Queremos saber qué lo llevó a hacer ese cuadro, cuáles fueron las causas, no nos quedaremos en paz hasta saber ello”, dice Pizango, con la voz quebrada y llorosa.  

Indolencia absoluta en quienes atendieron al menor y por supuesto, que se debe conocer la verdad hasta el final los hechos que causaron la tragedia. Definitivamente, tiene que ver con la falta de atención profesional oportuna en ambos establecimientos.