-Están afectadas de cáncer al cuello uterino
-Saben del mal que las aqueja pero necesitan de la unidad para estabilizar su hemoglobina y volver a sus casas.
Las preocupantes declaraciones del Dr. Luis Loza y el Dr. Javier Vásquez, en cuanto a que varias mujeres en Loreto están siendo afectadas de cáncer al cuello uterino -y muriendo día a día- resultaron del todo ciertas. Ayer se pudo asistir hasta el cuarto piso del hospital Regional, donde se vio a las señoras Lilia Michiga (40), Carmen Alván (48) y Martha Mori (40) afectadas ya por el mal irreversible.
En otro de los cuartos se pudo ver a muchas mujeres que en estos momentos están siendo observadas y tratadas para que su diagnóstico no avance al estado en que están sus compañeras de piso.
«MI HIJA NECESITA URGENTE UNA UNIDAD DE SANGRE»
Dice la mamá de Lilia Michiga, quien con lágrimas en los ojos ve como la salud de su hija se deteriora día a día, debido a que la medicina ya no puede hacer mucho por ella. «Yo soy viuda y no cuento con dinero, ella tiene dos hijos, está afectada de cáncer al cuello uterino, lo que necesito es una unidad de sangre para que le pongan y poder regresar a nuestra casa», expresa la señora.
Agregó que no tiene familiares que donen sangre y por ello espera que alguien la apoye. «Ya hemos venido tarde a ver su mal, ahora los médicos ya no pueden hacer algo para curarla. Solo espero que una persona de buen corazón me apoye con la sangre y así poder regresar a nuestro pueblo con mi hija» mencionó la señora sollozando, mientras su hija permanecía durmiendo de lado.
«Yo no quiero morirme en Lima…yo quiero morirme acá»
Cuenta la señora Carmen Alván, que le dijo al doctor cuando hace 04 años le diagnosticaron la posibilidad de desarrollar un cáncer.
«Qué iba a ir a Lima si no tenía dinero, incluso ahora el SIS no nos cubre el tratamiento. Es mejor morir en la tierra antes que lejos de ella. Yo nunca he ido a los controles, tenía recelos que el doctor me revise, tenía vergüenza mejor dicho. Cuando he visto la cosa seria y grave, me venía como hemorragia negra allí he venido y me han diagnosticado esto», cuenta la señora. También pide que alguien vea por ella y le done sangre porque está en un alto grado de anemia.
Solicitan las señoras mientras que la joven aún, Martha Mori, escucha todo desde su cama. Todas ellas tienen hijos, todas pudieron haber llegado al hospital a prevenir el mal pero por una y otra convicción, además de la falta de recursos económicos, no lo hicieron viéndose hoy a menos de 50 años, envueltas en una enfermedad que no tiene retorno.
Un tema que debe convertirse en prioridad dentro de las políticas de Estado, porque irresponsablemente se está dejando de lado los tratamientos gratuitos para personas humildes, condenándolas a perder la vida antes se sus posibilidades cronológicas.