- Comunidades amazónicas cumplen dos semanas en protesta y advierten posibles enfrentamientos si no se erradican las dragas del río Nanay.
Los pobladores del distrito de Alto Nanay, en la provincia de Maynas, cumplen dos semanas de protesta contra la minería ilegal que afecta las cuencas del Nanay, Pintuyacu y Chambira. Señalan que, a pesar de sus constantes pedidos, el Gobierno central no ha brindado respuestas concretas frente a la contaminación de sus ríos por dragas ilegales.
Diversas comunidades han expresado su rechazo a esta actividad ilícita, aunque cuestionan que algunas autoridades locales y comunales permitirían la permanencia de dragas en el territorio. La Marina de Guerra del Perú realizó patrullajes en la zona y destruyó varias embarcaciones durante los últimos días. Sin embargo, en algunos sectores, los pobladores han limitado el ingreso de agentes navales para impedir la erradicación de estas dragas.
Fuentes locales indicaron que se habría producido un enfrentamiento entre efectivos de la Marina, pobladores y mineros ilegales cerca de la comunidad de Hungurahual, en la parte alta del río Nanay. Ante esta situación, los dirigentes comunales organizan una brigada para patrullar el río y exigir el retiro inmediato de los mineros ilegales, lo que podría derivar en conflictos con consecuencias graves.
Los dirigentes comunales exigen además participar en los operativos de interdicción, alegando que, si bien se destruyen dragas, pocas veces se registran detenciones. Reafirman su confianza en la Marina, pero piden mayor transparencia y presencia de observadores comunales durante las intervenciones.
Asimismo, los pobladores expresaron su malestar por la falta de comunicación con la alcaldesa del distrito de Alto Nanay, a quien acusan de mantenerse al margen del conflicto. No obstante, reconocen cierta coordinación con funcionarios de la Municipalidad Distrital de Alto Nanay.
Los comuneros aseguran que continuarán con sus medidas de protesta hasta que el Gobierno adopte acciones efectivas para erradicar la minería ilegal, proteger la vida y salvaguardar el agua del río Nanay.
La comunidad advierte que, si no se establecen soluciones inmediatas, los enfrentamientos podrían intensificarse, poniendo en riesgo tanto a pobladores como a mineros ilegales en la zona alta del río. (K. Rodriguez)





