Sobre el gran “negocio” del robo de motos

Industria criminal obtendría ganancias anuales de S/.3’672,000.00 

La ciudad de Iquitos se ha convertido en la tierra de nadie, a vista y paciencia de la Policía Nacional del Perú, del Poder Judicial, Ministerio Público y autoridades civiles, llámense alcaldes distritales y/o provinciales y/o presidente del GOREL; todas las personas que tenemos una motocicleta para el transporte diario vivimos asustados, en cualquier momento y lugar nos sorprenden los ladrones y se llevan nuestro vehículo para posteriormente pedir rescate por su devolución o, lo que es peor, desmantelarlas para vender las partes y piezas.  

Los delincuentes han generado toda una industria criminal de robo y secuestro de vehículos menores, la cual está compuesta por tres (03) frentes:

1.        El ladrón/secuestrador.- Es el sujeto que viola la cerradura o chapa y roba/secuestra el vehículo, se moviliza en motokar como pasajero y busca su objetivo, el chofer del motokar es su cómplice, realiza labores de campana y le apoya en la fuga. El monto que el secuestrador obtiene por la entrega de los vehículos secuestrados, al reducidor, oscila entre S/.300.00 y S/. 500.00.

2.        El reducidor.- Es el sujeto que compra los vehículos robados/secuestrados y el encargado de “negociar” la devolución del vehículo previo pago del rescate o vende el vehículo desmantelado en partes y piezas. El monto que el reducidor  obtiene por la devolución del vehículo es de S/. 750.00 a S/. 1,000.00, dependiendo de la marca y año del vehículo.

3.        El protector.- Es la persona o personas que protegen a los ladrones/secuestradores y reducidores, a cambio de un pago por ese concepto; en este rubro se encontrarían algunos indeseables miembros de la PNP, y otros;  tanto secuestradores como reducidores han sido capturados en algún momento por miembros honorables de la PNP, los delincuentes registran antecedentes penales, son reincidentes, sin embargo, en la mayoría de los casos estos son puestos en libertad por exceso de carcelería, volviendo a delinquir como si nada ni nadie pudiera poner alto a esta organización criminal.       

La ciudad de Iquitos es una ciudad pequeña, todas las víctimas logran averiguar quién o quiénes se han llevado su vehículo, para posteriormente negociar el rescate del mismo, lo curioso es que la PNP dice no saber quiénes son los ladrones, mucho menos dicen saber cuáles son las “caletas”, donde esconden los vehículos estos delincuentes; la víctima presenta su denuncia y a los pocos minutos los delincuentes están en contacto contigo para iniciar las “negociaciones” con el agravante que estos sujetos conocen cuál es tu domicilio, ya que como dato obligatorio debes hacer de conocimiento de la PNP, el cual genera ciertos temores para actuar en contra de estos criminales.

La nueva modalidad es la de robarte el vehículo aun cuando estás montado en él, tenemos conocimiento que a muchas personas las han agredido físicamente, especialmente a mujeres, al grado de dejarlas inconscientes y tiradas en media vía pública con heridas por todas partes del cuerpo producto de la crueldad con la que actúan estos delincuentes; lo peor de todo es que la población en general empieza a ver este tipo de actos como algo normal en la ciudad; nuestras autoridades no se pronuncian en ningún idioma ante este flagelo delincuencial.

Se dice que en la ciudad de Iquitos existen DOCE (12) bandas organizadas dedicadas a la industria del secuestro y robo de vehículos menores (en una ciudad tan pequeña, nos cuesta creer que la PNP no sepa quiénes son estos delincuentes), estas bandas tienen dividida la ciudad de Iquitos por sectores, los hay en Belén, San Juan Bautista, Punchana e Iquitos, todos los distritos de nuestra ciudad cuenta con tres o cuatro bandas de criminales, cada una de estas bandas secuestra al menos un (01) vehículo menor por día, la mayoría de estos secuestros de vehículos ya no se denuncian ante la PNP DIROVE debido a la no eficiencia mostrada en sus labores cotidianas.

Si tabulamos estos datos, tenemos que esta industria criminal obtiene beneficios económicos que superan los TRES MILLONES SEISCIENTOS SETENTAIDOS MIL NUEVOS SOLES (S/.3,672,000.00) por año, de acuerdo al siguiente detalle:

•         Rescate por una moto secuestrada (Promedio)      S/.                 850.00

•         Motos secuestradas por día (12 unidades)               S/.           10,200.00

•         Motos secuestradas por mes (360 unidades)          S/.         306,000.00

•         Motos secuestradas por año (4,320 unidades)       S/.     3,672,000.00

Siendo así, es que nos permitimos hacer un llamado al general PNP Víctor Hugo Guerrero Jáuregui, Jefe de la V Dirección Territorial Policial Loreto – DITERPOL; al Dr. Wilbert Mercado Abieto, presidente de la Corte Superior de Justicia de Loreto; al Dr. Alberto Gallo Zamudio, presidente de la Junta de Fiscales de Loreto; a la señora Arq. Adela Jiménez Mera, alcaldesa de la provincia de Maynas y distrito de Iquitos; al señor Juan Cardama Guerra, Alcalde del distrito de Punchana; al señor Francisco Sanjurjo Dávila, alcalde del distrito de San Juan Bautista; al señor Hermógenes Flores Gómez, alcalde del distrito de Belén, y al señor Lic. Iván Vásquez Valera, presidente del Gobierno Regional, para que en nombre de los ciudadanos de Iquitos y distritos adyacentes, se realice coordinaciones interinstitucionales a fin de poner orden en la ciudad, capturen e internen a estos delincuentes, que por cierto serían sujetos conocidos.

No permitamos que la sangre llegue al río, algunos hombres de empresa de la ciudad de Iquitos, cansados de estos robos y secuestros repetitivos ya estarían proponiendo que se contrate un grupo paramilitar y/o sicarios de la frontera para realizar una “limpieza y fumigación” general de estos delincuentes, tal como alguna vez se hizo en la ciudad de Tabatinga, basados en la premisa que si nuestras autoridades hacen oídos sordos al pedido de su pueblo, el pueblo tendrá que hacer su propia justicia.

¿Serán crónicas de muertes anunciadas?,  nuestras autoridades tienen la palabra.